10/4/21

OJOS QUE NO VEN

¡Ah, pero ¿Qué pueden captar los ojos, lo estrictamente visual, de las emociones que nos recorren por dentro? ¿Será que los ojos miran sintiendo o es que pueden percibir emoción de un vistazo? Quién pudiera. Si los ojos hablaran hacia fuera lo que piensan, si ofrecieran la confianza y honestidad que pedimos en unos ojos sonrientes cuando relucen de alegría, no habría desengaños. Pero los ojos no hablan ni ven, interpretan. Entonces la imaginación lo invade todo y, en vez de dar un paso hacia la pregunta y la respuesta, volvemos a casa con la boca cerrada, para arreglar después el cuento con el análisis de lo que creemos que nos dijeron unos ojos o una sonrisa. Habitualmente el sueño, en la almohada, llega concluyendo que te son favorables los sueños. Y cuando saltas al océano profundo ves claro algo que no recordarás al despertar. El deseo es actuar amando o seguir suspirando por romances privados sin límite, romances burbuja que no desengañan nunca y que nunca dejan satisfechos.




28/3/21

A BUENAS HORAS

 

Por un segundo de vibración cósmica, aunque me arrastre la antimateria, hacía una promesa de entrega al amor, pero eso formaba parte de una trasnochada ideología, para qué engañarnos. Por primera vez pensaba que tenía que darme amor propio más que entregarlo. Y no era desagradable aquella nueva sensación, como un descubrimiento sorprendente, a buenas horas. Formaría arte y parte de aquellas redes tan denostadas, inflaría globos de helio a pulmón abierto para cantar una sonata de amor con voz de pito si hiciera falta. Arreglaría mis cajones para romper el sortilegio de los recuerdos, bajaría cachos de mi cielo para que los disfrutaran conmigo en la tierra y no al final del camino.

Salir de caza para ser seducido, utilizado, corrompido. Perder mi espacio exclusivo, dejarme llevar, a pesar de que tenga en la cabeza la palabra ‘prohibido’. Ese cubo de agua fría que salta como un resorte, como un payaso-muelle encerrado en una caja, cambiaría ese freno por un acercamiento sereno a una nueva amistad y quizás después un nuevo romance. Interpretar un presente distinto para borrar amargos momentos del pasado y fabricar dulces como una monja de clausura. Solo por conseguir abrazos, cosquillas y dulces suspiros. Quizás me perdonen que decidiera encerrarme tanto tiempo dentro de mí…