Dónde está la medida, dónde la salida, cuando quieres conocer
gente pero en el fondo quieres conocer a alguien especial, dónde la mesura. Si
se haya nuevos caminos cómo no desorientarse y buscar tanto que no encuentres
nada. Quizás ande por un camino paralelo al que escogió esa persona especial
que me busca, quizás estemos dando vueltas en un laberinto irresoluble. Como
una incógnita dando vueltas y cruzando caminos que ambos hemos pisado sin
coincidir. Esa ilusión de encontrarnos puede ser también la sensación de
sentirse incompleto. Nos separaron los dioses en otra vida y por eso andamos
vagabundeando, yo con tu parte y tu con la mía que siento que me falta ¿De ahí
viene el mito de Adán y Eva o el de los adanes gemelos? ¿Cuándo la tranquilidad
de la satisfacción de la plenitud? ¿Cuándo un ratito largo como para crecer y
evolucionar modificado por la compañía deseada? Compañía con todo lo que venga.
Nadie quiere momentos difíciles sólo los divertidos pero de todo está hecho el
crecimiento, todo es conocimiento, lo acepto ¿Quién no lo acepta? A todo se
arriesga uno por coincidir con quien busco y me busca. Alguien que me haga
sentir también maravillas y que me reviva cuando me canse, como yo lo haría,
con apoyo sentimental, escuchando, con una caricia. Si me andas buscando ¿Dónde
andas?
Y estoy pensando demasiado, ése es el problema, cuando busco
la píldora de la ensoñación para qué tanta realidad, cuando busco perderme en
los brazos y el corazón de una persona desconocida pero tan fundamental. Esta
búsqueda loca, esta aceleración, es por el balance del tiempo. Cuando cambiamos
de año ocurre, que ejercicio mental tan inútil cuando todo son convenciones y
el tiempo verdadero transcurre de otra forma desconocida pero muy íntima. Nada
cambia a las doce como no cambia las ganas de encuentro, de coincidencia, las
ansias de que todo sea más brillante y más solidario. Por fortuna con el paso
de los años se van identificando errores pero necesitar a alguien es un error y
ese error no encuentro la manera de enmendarlo. ¿Serían más sosegados mis
pensamientos con la rectificación de la compañía, con la distracción de alguien?
Imaginándola me siento más intenso, más vital. Y si es así y si a solas puedo
sentirme porqué no me doy cuenta de que la esencia de lo que creo que me falta
la llevo dentro. Quizás las ganas de compartir sean más poderosas, unas ganas
locas de cruzarnos donde sea.
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