16/3/12

El capricho loco de adorar en secreto

Especialista en fijarse en quien está fuera de alcance, así no hay riesgo de quedar atrapado en la tela de araña ¿verdad cabrón? Y luego no paras de regodearte en el desconsuelo de que no encuentras amor porque la cruda realidad no te da más que la respuesta de lo que es viable y tus deseos van por otros vericuetos. Pero es que hay formas, gestos, rasgos que encienden la mecha sensible, que alimentan el capricho loco de adorar en secreto. Una debilidad que hay que ocultar a favor de la sostenibilidad del entorno pues a nadie le gusta quedar en ridículo. Puede que no se quiera alimentar egos pero también hay quien le sorprendería que pudiera despertar deseos tan intensos, tan irresistibles, que se sueña con la ejecución, pero en verdad seríamos dioses si se pudiera conseguir probar todo lo que se antoja, seríamos héroes si pudiéramos convertir cada capricho en sentimiento perdurable. No todo el mundo puede resolver el balanceo de la duda apostando por jugar aun sabiendas de que hay un millón de posibilidades de perder, aun sabiendo que se pueda caer en una inútil ilusión que te arrastrará gracias a unas pocas atenciones. Hay quien se ilusiona por lo poco que te ofrezcan en ese camino de la ensoñación, quien sabe si dicha atención se despliega solo por educación. Los que nos prosperan mientras que la verdad sale a la luz consumen lentamente en privado esas intenciones oscuras mostrando cordialidad hasta que el brillo en los ojos les traiciona, y antes que descubrir la vibración por la que se mueven prefieren batirse en retirada. Pero claro ¿es mejor vivir en secreto el proceso de capricho hasta la desilusión o es una pérdida de tiempo?¿Se asienta sobre bases sólidas los descartes proporcionados por gestos triviales de distanciamiento? Cualquier confidente sincero diría que es gozo frustrante disfrutar sin saber que posibilidades son reales o construcciones artificiales pero qué alma soñadora no cae en tales embrujos, cuánto corazones solitarios pueden privarse de esas inercias…

5 comentarios:

Argax dijo...

Alguien me dijo una vez: el mismo trabajo es encapricharse que desencapricharse!

De todas formas, los caprichos suelen venir para tapar alguna necesidad, que tonterías digo.

Un beso

manumara dijo...

Creo que es más difícil desencapricharse, no se, por eso todos los reparos a que pase aunque sea un poco involuntario. Pero bueno puede ser que todo dependa de las circunstancias y del juego que te de la otra persona. Y la necesidad, sí, como la sed y el hambre. Un beso Argax

Ingrid Dietrich dijo...

¡Cómo conozco y comparto esa sensación! Tal vez amemos a los Dioses y no a los hombres y mujeres de carne y hueso que los visten. Amemos la incandescencia de lo que podría ser, sin convertirlo en el paseo diario que otorga la rutina. Tal vez sea el juego de la seducción con sus sutilezas lo que nos alimenta el alma y sólo una vez entre mil, por ego ó por circunstancias nos adentremos como Apolo a la conquista de Dafne. :-) Como siempre, maravilloso leerte.

manumara dijo...

Gracias Carmen, no podría ser menos con la sensibilidad que desprendes que participes en esta marea de atracciones y caprichos, pero muy bien podrías ser el blanco de todas las ensoñaciones con esos ojazos cinematográficos y ese refinamiento literario. Como siempre, para mi es un placer también saber que me sigues. Un beso

Anónimo dijo...

Coincido con tu texto, creo que la mayoría de las personas tendemos a amar o querer en secreto por miedo a que no seamos correspondidos.
A "encapricharnos" con personas/cosas imposibles, para no sentirnos tan culpables de no llegar a obtener lo que se desea.
Mi pregunta,
¿Cómo te llegas a "desencaprichar" de alguna persona?
Por que es fácil de algún objeto.. .