7/5/12

Tomaremos el desvío...

¿Cuál es el punto? De todo lo que está sucediendo, qué sentido tiene, qué significa todo esto. La pregunta es propia de la humanidad, nuestra identidad del gran poder que recibimos al tener conciencia. Huímos de la alienación con una chispa de curiosidad, algo a lo que agarrarse frente al tenebrismo de las cosas, frente a la tiranía del dinero. Quién no teme malograrse por esas inercias que nos arrastran por cañerías inmundas que sustituyen a cualquier transferencia de solidaridad, comunicación o afecto. La gloria es que la línea de la vida obliga a mantener la percepción de aquello que llamamos en su momento CORAZÓN, quién no siente ese impulso por muy embrutecidos que estemos aunque ya sepamos que los sentimientos también se acogen en el cerebro. La misma razón que quiere y que piensa nos ha llevado al aislamiento, pero tanta cordura no puede con esa energía reunificadora y por si acaso hacemos lo posible para recordárnoslo mediante una fantasía iluminadora que recarga ilusiones. Edificamos construcciones subjetivas a veces tan desmedidas que queremos cuentos, hacer malabares con dos dedos porque la necesidad tiene tentáculos muy largos. Pero si no deseáramos qué sería de nosotros. Así mantenemos una ambición tan vital ya que “muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, aquellas que rescatan el brillo de los ojos y los corazones decaídos..." como decía Neruda. De corazones apagados sabemos mucho, por eso buscamos a personas que iluminen con su energía, que desprendan bondad, que nos hagan abrazar la locura sin remordimientos. Todos sabemos dónde nos ha llevado tanta prudencia, sabemos las consecuencias de haber asumido ciertos riesgos, pero ya nada importa pues haremos cualquier cosa por salir de esta carretera gris sin desvío. Nos desviaremos si surge para acercarnos al precipicio que nos haga despertar. Así volveremos a contemplar las estrellas fugaces desde un acantilado, tomaremos otras manos con cierto temblor de inseguridad y balbucearemos como un tonto adolescente aunque el tiempo haya sido implacable…

2 comentarios:

Argax dijo...

Y es que hasta los apasionados caminan lánguidos por ahí, dando razones para todo ese ejército que ha encontrado en el símil de los zombis su razón para todo.

Para mí, a mis años, fíjate que tonto. Esto que está pasando ha servido para abrirme de una vez los ojos: el mundo, así en general, es desapasionado (no despiadado) y no debo dejarme llevar, debo identificar causas, precisar de dónde proviene el desánimo y mandar ese origen a la mierda.

Un abrazo

manumara dijo...

Justo, no dejo de recordármelo para no dejarme llevar por la apatía que se respira, que algunas veces me puede, si no fuera por el fuego que llevo dentro. Superación es lo que me pido y es lo que le pido al mundo. Lo que me toca es no dejar de darme toques. Quizá poco a poco vuelva la magia...