20/5/16

UN DÍA VOLVIÓ EL BLUES

Había otra forma diferente de vivir la ciudad, pesaba menos mi alma y el ruido comenzaba a sonar como una  melodía. Antes caminaba con pasos apresurados y se desarrollaba como cualquier lunes de asuntos pendientes. Desde que me sostengo sin tantos artificios vivir la ciudad es incertidumbre porque todo es nuevo a pesar de ser las mismas calles de siempre. Hasta las mismas esquinas que doblé mil veces me deparan sorpresas, como visiones plásticas de una cornisa que corta un rayo de luz o como un balcón florido que siempre estuvo ahí, que vuelvo a saborear porque ya vivo el presente que antes no veía. Porque antes lo mejor de doblar esquinas era encontrarse contigo, siempre te andaba buscando y tú sólo me buscabas cuando tenías calor o frío. Antes no veía nada porque estaba ocupado pensándote, ocupando mi tiempo aunque tuvieses tu vida. Y un día sucedió que toda la prisa de todos los días se transformó en pasos caprichosos. Un día volvió el blues a mi cabeza y de pronto empecé a andar con brío y con redoble de palillos, como dando brincos de levedad hacia una pared de cal donde volvería a colgar nuevos besos entre graffitis y geranios. 


2 comentarios:

Moisés dijo...

Buscamos quehaceres y tareas rutinarias continuamente para evitar enfrentarnos con lo verdaderamente importante. No digo que se excluya de la vida la acción pero necesitamos la contemplación de unos ojos nuevos para refrescar las calles.

Interesante tu blog, voy a seguir echándole un vistazo. Coincido contigo no en uno ni dos de tus libros favoritos, sino en muchos, extrañamente demasiados, lo cual me da un sensación de desdoblamiento porque podría haber firmado esa lista de favoritos yo mismo.

Un abrazo

Canciones de Rollo Blues dijo...

Muy buena aportación tus palabras, así es, muy bonito lo que dices 'refrescar las calles'. Muchas gracias por tu mensaje, por tu interés, por tus palabras. Un abrazo Moisés