Con mucha pasión contigo, como si estuviera colgado de
resortes musicales mis brazos pidiendo tu cercanía y tú armando contrabajos en
tus caderas que se mueven alegres hacia mí. Flashes de sonrisas y curvas en
cada uno de tus pasos que provocan ondas en mi entrepierna. Eres la puta
fábrica de amor prefabricado a mi medida, quien me deslía de los pensamientos
desmadejados. Eres una valkiria que altera mi espejo profundo, que me despoja
con gallardía de locuras y temores. Cuando respiras sobre mí acudo sin pensar a
recoger tu aliento, sabiendo que con tu cuerpo suave y rotundo me volverás a
hipnotizar en tu desnudez. Me quedo colgado con las vibraciones de tu carne,
con las simples vibraciones de tu carne deliciosa al caminar para abrir cortinas y ventana y así recibir el sonido y el frescor del mundo en
nuestra piel desnuda.
Óleo de Jacques Sultana
4 comentarios:
Bonita descripción del deseo y de la química de la piel.
Un abrazo.
Que bien escribes Manuel. Un placer leerte
Muchas gracias Moisés, un abrazo!
Muchas gracias Ángel!
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