26/2/19

OTRA CANCIÓN DE AMOR


Incomprensible vacuidad cuando acerco el oído a tu corazón; la canción que nos marcaba el ritmo era otra ilusión más. Si antes estabas agitado ahora me agarro el pecho en un movimiento de consuelo, frenando el desboque que antes correspondías, sustituyendo tu mano tranquilizadora por una canción que me abraza en la soledad. Pero ese gesto es molesto para quien amó, para quien cantaba por las calle con una voz desgarrada de blues en un reino de engranajes y sistemas. En realidad, la música siguió sonando cuando retiré la mano y me la llevé a la cabeza. La música cuando me senté en un banco de piedra a observar la naturaleza y los trinos y los rayos dorados, que comenzaron a repoblar el terreno baldío; entonces las plantas volvían a crecer sobre cenizas. Del silencio al sonido, de la melancolía a la aparición de la belleza afuera. Del corazón agitado a la calma para volver a vibrar y agitarse de nuevo si se puede cantar otra canción más de amor.



                                                                                   Adam and Eve. Jean Cocteau

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