7/6/09

Pequeña teoría del deseo


Mi mamá me dijo que si deseaba las cosas con fuerza se cumplían. Y yo cerraba los ojos con fuerza hasta que las lágrimas caían o hasta que me entraban ganas de hacer caquita. Son las primeras instrucciones para comerse el mundo que nos enseñaron, están ahí, en la más profunda capa de la biblioteca cerebral. Tarde o temprano te dabas cuenta de que alguien no había dicho la verdad pero ya cuando comprabas que la lotería no tocaba ni de coña. Puede que no lo entendiera bien, este consejo escrito en una tarjeta infantil con letra temblorosa, puede que la cosa fuera simplemente alimentarse de buenas esperanzas, construir cierta predisposición, favorecer el éxito y la felicidad. Por supuesto que el gallito filósofo que llevaba dentro había elaborado ya una decena de teorías sobre el fracaso. Aquello sólo podía ser un campo de energía que se transmite entre neuronas que se estaba dedicando a liarla en vez de trabajar en esa feliz ignorancia de que todo es posible. Y bueno, que pechá de pamplinas, jejeje, así como quien no quiere la cosa cierro los ojos hasta ponerme colorado. Y veo en la oscuridad a alguien que se acerca, que me pone un dedo en la boca para no dejarme exponer mi filosofía, ésa es la vida. Alguien que se acuesta lentamente y que sólo quiere estar conmigo un rato en silencio o silbando una canción… Alguien que, después de quitarnos el polvo y las telarañas de encima, me arregla la espalda mientras le leo algo de Kerouac. Besar tatuajes mientras viajamos por el Medio Oeste será posible y, a la misma vez, comprobar cómo sabe tu piel. Pero no es nada sexual, es una cuestión de confianza que yo conozca tu cuerpo…

5 comentarios:

Roberto Tega dijo...

Buah tio.
Vaya final para un pensamiento redondo.
Yo también me pongo colorado muchas veces. Es gratis.

Un saludo

Mysia dijo...

Sigue escribiendo. Y a poder ser más a menudo. A veces lo echo de menos. Pero cuando llego a casa y encuentro algo nuevo, como hoy, se m pone una sonrisa tonta inesperada q hace q esperar merezca la pena.
En fin. GRacias.

Argax dijo...

Encuentro muchos puntos en común en tu texto, muchas figuritas de porcelana que ya están en las estanterías de mi imaginario privado. Por ahí me ha enganchado el texto.
Después veo que desprende una concepción tranquila y optimista de algo que no es deseo y que tampoco llega a ser amor; cercanía quizás.
Me siento tan cómodo por aquí.
Te dejo la imagen que ha cruzado mi cabeza tras leer el texto, para que veas algo que ya sabes: nos nutrimos unos a otros. He pensado en dos hombres, uno de ellos muy parecido al George Clooney de "Abierto Hasta el Amanecer" montados en un coche, recorriendo una de esas carreteras despobladas, en silencio, cómodos, tranquilos, el aire aun frío amenazando una calima tremenda en cuanto pasara la primera mañana. El piloto fumaba un cigarrillo mientras el copiloto liaba otro, la lengua mordida en la comisura derecha de los labios, apenas asomando la punta. Qué te parece?

Un abrazo muy grande y que sepas que hoy tu texto me ha llegado muy dentro.

Ingrid Dietrich dijo...

Escuché en una peli una frase que me gustó "Con desearlo no basta"... Los deseos cumplidos son siempre tan diferentes a los que imaginamos...
Me alegra que estés en proyecto, con la compañía cubierta, la Paz que da poder leerle a alguien y la ilusión de descubrir cada recodo de piel de quien duerme y sueña contigo. Besos

manumara dijo...

Gracias Tin, muy agradecido por tus palabras, seguiremos imaginando y poniéndonos colorados, bienvenido.

Querida Mysia, eso que dices le da sentido a cualquier esfuerzo, intentaré escribir más a menudo. gracias a ti, un beso.

Querido Argax, ya eres un colaborador cercano por aportar tus buenas palabras y por imaginar conmigo, tienes un espíritu similar que seguro que es un buen compañero de viaje al Salvaje Oeste. Me imagino que sería uno de esos viajes inolvidables que enseñan mucho. Me alegra de que te sientas cómodo. Un fuerte abrazo.

Querida Pantera, esta pequeña teoría del deseo estaba descartada por la razón pero no dejaré que el deseo muera. Y creo que por eso volverán más pensamientos irracionales. Mi nuevo proyecto es el optimismo y tus palabras me han ayudado a rescatar aquella vieja teoría. Un beso