17/8/09

Viaje al barrio perdido


Estoy de vuelta, viajando hacia atrás, da miedo pero es viajar
Barrios enteros van alejándose, dorando la lejanía me veo escapar
Regresando hago mi barrio, la sombra no me inquieta,
El recuerdo del camino siempre llevaré cuando pueda descansar


Me asusta intentar hacer poesía y emocionarme creyéndome poeta y que todos los demás lo vean ridículo. Qué libre es la opinión y cuánto daño hace cuando todos los manuales de autoayuda indican que mejor es que te la sude. Me está sudando todo pero porque estoy sentado en la acera de una calle de nombre desconocido de un polígono de Sevilla y es agosto. Cuando el paisaje parece más marciano que terrestre. Recuerdo que Jack Kerouac escribía así, en cualquier sitio, pues llevaba siempre una libretita de mano. Jack era un genio, chicos, se le ocurría cada cosa y como lo que ‘veía’ era como una melodía se tenía que parar en cualquier sitio para atraparlo. Bueno, me paré porque se me ocurrió que podía hacer poesía sin saber nada de métrica. Nada, lo rimas un poquito por allá y lo escribes sin pobrar al menos como suena ¡Pero esto que me ha salido tampoco está tan mal! Protesté, dándome cuenta que estaba solo, como siempre. “Y no te protestes que ya te has corregido tanto, blablaba…” En fin, la poesía… le doy vueltas en el papelillo, la miro de lejos, brilla pero porque es un papel blando y el sol es tan radiante que pica. Mmm… por lo menos expresa algo, quizá por hacer cuatro versos me haya dado cuenta de que sigo viajando aunque no me pueda mover de este barrio. Una vez que le coges cariño, aunque las circunstancias reduzcan tu universo a sus límites, te haces hermano de su destino y es cuando empieza el verdadero viaje, pues todo sigue cambiando dentro de ti aunque el barrio te atrape. Cuando estoy relajado, satisfecho de este mundillo que me rodea, viajo al pasado y veo la cara morena ojos verde oliva de Mérida. La misma persona que me hace emocionarme al recordar hoy podría ser distinta siendo la misma, el mismo envoltorio, la misma personalidad brillante, algo menos de ilusiones porque eso le pasa a todo el mundo ¿La misma química entre los dos? Sí, es una de esas personas que me hacen viajar continuamente al pasado porque no la amé como debí hacerlo. Y el recuerdo viene acompañado la mayoría de las veces por el deseo de ir a buscarla, de reencontrarnos, pero cuando me doy cuenta que hemos sido como dos ríos divergentes siempre decido dejarlo todo como está, así tiene brillo, se produce la experiencia masoca de disfrutar individualmente en la lejanía de una adoración que te ahorraste ¡Tacaño!

2 comentarios:

Argax dijo...

Sabes, lo de escribir poesía, es de las pocas cosas que creo jamás voy a acabar comprendiendo de mi mismo, sé que lo necesito, sé que es lo que más libre me hace sentir, pero por otro lado también me aporta mucha inseguridad porque los que están a mi lado no entienden para nada lo que escribo porque lo hago y sobre todo, puto mundo utilitarista, para qué lo hago. Por supuesto te animaría a que siguieras haciéndolo y si para ello tienes que recurrir a tu pasado pues adelante.
A mi mis versos me hacen una persona convulsa pero siempre dispuesta a enfrentarse con lo que hay fuera y dentro.
Como siempre un placer pasar por tus letras, esta entrada me ha gustado especialmente porque, si eso es posible, la aprecio como más personal que otras.

Así que cojamos el coche y dejémonos atrapar por el influjo de la carretera, del camino, como hacia tu idolatrado Jack...

Un abrazo muy fuerte.

manumara dijo...

Gracias estimado Argax, la cuestión supongo es sentirse cómodo en los versos, porque el sentido poético, que puede derrarmarse en cualquier forma me viene muy bien a mi, pero hago poesías que parecen infantiles. A lo mejor tu has llegado a la madurez, otro lenguaje, vivencias más oscuras en el equipaje, mientras que te libere Argax adelante, quien sabe si estás escribiendo para ojos en el futuro.
Ah me alegro mucho de que hayas respirado imágenes para los próximos meses. Un fuerte abrazo