7/10/09
Si tuviera un automóvil...
Si tuviera un automóvil iría a tomar viento a la Patagonia y recogería por el camino a los amigos autostopistas, los que me toquen en suerte, seguramente grandes personas con espíritus errantes, aventureros de la vida que han elegido el camino de evolucionar horizontalmente ¿Cuánta gente habrá decidido no dejar su nombre en los registros del progreso sino grabados en los bancos de madera con una navajita? Ayer leí un testimonio en uno de ellos: “L y M. Siempre te querré. Primavera de 1968”. Alucinante ¿Dónde estarán hoy? Quiero creer que contemplando un atardecer más, entrelazadas sus manos venosas, satisfechos de estar juntos pero preocupados, por eso firmemente agarrados, temerosos porque la Dama Negra decida llevarse a unos de ellos antes que al otro. Fidelidad y lealtad… mmm ¿Es amor eso? Podría serlo más cualquier acompañante que recojiese en mi camino, aunque la historia dure veinte días entre Algeciras y Estambul. Sí, mejor así, nada de contratos blindados, que luego uno sobre otro condicionando. O el mismo amor con diferentes nombres y caras, que me puedan ir contando cómo aman en la diferentes partes del mundo. Quiero cruzar el charco y hacer la ruta 66, cruzar Norteamérica de este a oeste y después bajar a la Patagonia. Montañas rocosas, valles escarpados, puentes levadizos... Probando, probando. Mi espíritu tendrá que moverse aunque vaya sentado en un Buick. Pensarlo nunca ha sido suficiente por eso manda huevos que no pruebe y que no me embarque en nada nuevo, pero hay gente a la que debo respetar, gente que entiende que seré más feliz anidando. Acepto, pero después me pongo a escribir y mira, no tengo palabras de consuelo y mi mente se coloca en el camino hacia la Patagonia. Tengo puesto el aire acondicionado aunque son casi las nueve de la noche. Afuera empieza el movimiento, los ecos de una banda de música, los niños jugando al fútbol en el césped del parque. Es la hora breve esa que todo parece dorado y en la que se ve la gente repeinada y con cara de satisfacción porque ha acabado el horario laboral. ¿Qué bodrio veré esta noche en la tele? Pfff. Cierro los ojos y leo la palabra Sexo, todo va como de costumbre. El tiempo parece que se detiene así pero mi automóvil vuela como un jodido condenado…
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7 comentarios:
Que va no necesitas un automóvil para volar, para recorrer caminos y abandonar la rutina. Solo necesitas ganas. Levantarte y andar. Perseguir tus sueños o tal vez tan solo fantasear.
Excelente. UN saludo
Para viajar Manu solo necesitas poner tu imaginación y actuar!!
La cosas que hacemos todos los dias, nos agobian unas veces y las necesitamos otras.. somos animales de costumbre.. eso es algo que llevamos en el ADN como especie..
Pero a diferencia de otros animales nosotros tenemos la capacidad de dirigir nuestros pasos a donde queremos ya sea físicamente o mentalmente..
Perseguir algo que deseas por imposible que parezca es algo que está en cada uno de nosotros!!
Estoy encantada con leerte me encanta!! que lo sepas!!
Besos
Gracias Mtx, pero creo que si que necesito un automóvil porque los sueños los tengo apagados, pero lo de fantasear, sí, es lo que hace que nos movamos y que volemos ¿verdad? Un beso
Gracias Lisebe, me encantus tu también. Parece que estamos de acuerdo los tres en que la acción es fundamental. Tengo que salir de este momento contemplativo. UN beso
Sí la acción como dices Manu, es fundamental...pero en el acto contemplativo nace también la creación de lo que hacemos...es una forma de acción, está claro que cuanta más riqueza de vivencias, más podremos expresar, pero no siempre es así, hay gente que no sabe valorar lo que vive, aunque sea un hecho ínfimo o un viaje al Himalaya.
Saludos.
Habláis de la acción y es cierto que esta es muy importante. Pero por sí misma no enseña ni aporta nada. Todos conocemos a personas de culos inquietos y mentes vacías.
Lo importante es tener un coche espectacular, descapotable, saber que cuando lo cojamos no vamos a ser del todo nosotros los que los conduzcamos porque también está su propia voluntad y las de las carreteras por las que vamos (me gustan las carreteras por las que nunca he transitado porque puedo imaginar que ayer tenían otro trazado y que es sólo hoy, como en una especie de conjunción astrológica, cuando se despliegan para mí con la configuración que mientras las recorro puedo ver).
Lo importante es llegar a algún lado, aunque no sepamos muy bien donde estamos. Pararse a hablar con los habitantes mientras el descapotable toma aliento.
Lo importante es, como intentó Truman en su show, poder salir de la mentira que nos han montado alrededor con nuestro consentimiento y llegar a lugares no comunes.
Me gustó viajar de copiloto unos minutos.
Hola Fracture Hand, gracias por tu mensaje, seguiré tu nuevo blog y muy buena suerte con él. UN beso
Odeya, lo bueno de la contemplación es que no se para de aprender, de los demás y de uno mismo, eso en sí es actuar también, pero me pregunto si en este mundo que vivimos hay que mover el esqueleto, ser agresivo o si no correr el riesgo de ser él último de la fila. No se, si es bueno para la creación tampoco será malo para la cabeza. Un beso
Sí, estimado Argax, el coche es importante!! Tiene vida propia, lo miramos y nos sentimos orgullosos porque nos abre caminos que estaban por descubrir. Sí, un coche descapotable americano, de colores vivos, en el que se pueda gritar melena al viento, a lo Thelma y Louise, para agarrarse de la mano y traspasar el límite del precipicio y chillar por la carretera. Quizá así no se escriba nada y se pueda uno conocer menos pero Wao, la vida...Un abrazo.
Para mi lo ideal sería mover el esqueleto como tu dices, siento a veces una gran fustración de ver la cantidad de lugares y gentes y experiencias que nunca podré visitar...pero bueno por eso también hay gente que escribe como tu...poder viajar en un coche de colores y locos de placer de ver,gritar,reir,llorar,hablar... en definitva de vivir.
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