Sí, quizás el amor pudiese aparecer con un envoltorio diferente
a la conocida explosión de hormonas de la pasión o del cada vez menos acertado
flechazo. La educación que recibí me había enseñado que las condiciones de
entrega eran: primero la seguridad, después la comprensión y después la
absoluta rendición a la buena fe del donante de corazón.
Cuando tenía veintitantos sólo pensaba en el enamoramiento como paso previo para formar una pareja pero todo ese cuento se malgastó en platonismos y por la mala puntería de cupido. Después de varios jarros de agua fría sabía que nada llegaría con tal intensidad pero a buen seguro me sentaría a esperar en un cómodo sofá, cantando canciones y cepillándome el pelo a la espera de que un click despertara la sabiduría, la iluminación…
Cuando tenía veintitantos sólo pensaba en el enamoramiento como paso previo para formar una pareja pero todo ese cuento se malgastó en platonismos y por la mala puntería de cupido. Después de varios jarros de agua fría sabía que nada llegaría con tal intensidad pero a buen seguro me sentaría a esperar en un cómodo sofá, cantando canciones y cepillándome el pelo a la espera de que un click despertara la sabiduría, la iluminación…
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