11/8/15

Y SOBRE EL AMOR, OTRA VEZ

-Y sobre el amor, otra vez. Me planteaba esta mañana intentar definirme qué entiendo por este sentimiento, o por este concepto, o por el concepto que tengo de este sentimiento. ¡Jugar, sí! Es querer jugar como un niño con otra persona, es pensar en otra persona cuando no estás con ella y cuando estás…
-¿Entonces pensar en otra persona en todo momento?
-No, no creo que eso sea amor, cómo un esclavo no me quiero ver y no quiero olvidarme de mí, que ya otras veces… mejor ni hablamos porque la cosa va de amor y ya tengo algo de amor propio.
Muchas preguntas, más que respuestas. ¿Cuál te gustaría que fuese tu amor?
-Ése del que hablan que se es libre y en el que puedes mantener tu independencia.
-Entonces la intensidad variable, momentos de gozo, de distanciamiento, de reconciliación carnal.
-Estos sí que me interesan, los que más, sobre esa potencia morbosamente emocional en la unión de dos personas es de la que me gusta hablar. O mejor que alguien me devore o me moldee con su toque para sumar con lo que llevo dentro y ser… mejor. Era amor de lo que hablaba, algo troncal y me estoy yendo por las ramas creo, y creo que es más lo que quiero que sea, tan imaginario como eso… a ver, quizás signifique aceptación y cambio. Sigo proponiendo palabras, emoción, ilusión, dedicación… pero ésta no tanto, me suena antigua porque hablo del amor que se respira en el presente, por eso descarto otras palabras como fidelidad, unión o comunión, ni mucho menos compromiso, por mucho que digan ¡Ja, compromiso, no hay quien deje de romperlos! Hablo del amor que quiero entender y que es…solidario. Palabras, más palabras, gozo, la de gozo me gusta mucho, gozo del instante, gozo sexual, gozo sensorial, lo que me pidas, pero gozo y no padecimiento. Es querer oler a una persona, querer saborearla, querer conocer más de su naturaleza o de su alma, olvidarse de los juicios porque emociona, embauca y te hace dejar de pensar para tomarlo tal como viene, en forma de caricia, palabra, mirada o sonido. Querer y tomarlo. ¿Y cómo se produce? Puede detonarse simplemente en tres segundos. ¡Qué necesidad hay de madurar el amor en los pensamientos, cobarde! Es una situación cósmica que no te deja mirar en el trastero para ir preparado porque se siente, se toma y se saborea. Te disparas y luego piensas. Entonces si es todo tan espontáneo como incontrolable… ¿Qué necesidad de frenos, ni de darle vueltas más que a la lengua entre lenguas y en la piel de quien respira tu aire? Manos que quieren conocer, manos más rápidas que la cabeza en cualquier circunstancia y frente a cualquier prudencia.
-Ah y el amor ¿Es de años o de momentos intermitentes?¿Cómo se puede estirar, cómo se puede vivir en un estado latente de felicidad amorosa, vaporosa, levitadora? Porque eso es lo que pienso que sería el amor durante un tiempo prolongado, una tontuna de las más deliciosas, sin tiempo porque no miras el reloj ¡Chapeu! Amor es no mirar el reloj mientras que estás con otra persona sino mirar dentro y sentir mariposas en el vientre y sentir la sonrisa que te quiere conquistar totalmente…



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