El cuerpo,
el alma y el corazón. El primero lo veo pero a veces no lo escucho, la segunda
ni la veo, ni la escucho, ni la siento y el tercero, del tercero poco me creo,
tambor de hojalata que me marcas el tiempo. ¿Y qué es esa energía que me nace a
veces de dentro, desde un lugar indeterminado de mis cuevas y que me hace vibrar
de ilusión? Mi corazón tiene la manía de encapricharse de una imagen, una
aptitud, una personalidad y mi cerebro se apropia de lo deseado. Soy capaz de
tomar prestada una parte de personas y hacerlas
mías sólo en mi mente, como un muñequito que manejo en mi fantasía y que le
endorso instinto, atracción, correspondencia y emociones desmesuradas hacia mí.
Bolas de nieve que crecen que son interpretaciones íntimas, muy subjetivas. Y
es difícil tomar una relación prestada sin el consentimiento de otra persona
para evitar problemas, para evitar todo lo malo que tiene una relación o, peor, todo lo malo que tiene el final
del embrujo, el desamor. Pero esa historia mental no confesada a veces prospera
sin permiso como un sucedáneo de lo que pudo ser un flechazo simultáneo directo
al pecho, y lo que pudo ser breve explosión se transforma en una adoración casi
religiosa. Así me habían enseñado a amar.
En fin, Pero
ya no, ahora tengo alma de guerrero, tengo alma de espartano, de superviviente
de una Apocalipsis zombie. Los arañazos que la fantasía y el morbo me hacen en
el alma apenas duelen. Las heridas del corazón ya se curaron hace tiempo. Ahora
tengo un alma de caballero loco y la de un pícaro pirata. Tengo amor propio y no
tengo nada más capital que la poderosa energía inmaterial de la ilusión, que es
lo que me hace renovarme más que los sentimientos del pasado. Ahí si, eh, imaginando
comuniones, éxtasis divinos y elevaciones sensuales soy un superhéroe; gracias
a mis fantasías siento cómo me transformo, me elevo, vuelo, entro en otras
personas para unificarme y entregarme como si no hubiera un mañana. Y esta industria sigue funcionando porque el encanto
mágico me puede…
No hay comentarios:
Publicar un comentario