23/1/09

Entre rutinas, suspiros


Volando de un sitio a otro, sabiendo vivir se puede ser nómada porque hay mucho mundo interesante por descubrir, pero claro todo tiende a que las raíces te dejen inmovilizado en un sitio, los pies pegados al suelo porque lo que importa son los compromisos. Socialmente parecen más importantes los proyectos que las personas. Si funcionas encajas, pero para eso hay que querer parar y parar es como estancarse. ¿Se puede crecer sin vivir aventuras? Porque la rutina no para de darnos brochazos de gris, tiene la intención de pintarnos todo el cuerpo, doblegarnos y acomodar nuestras inquietudes. La civilización avanza si los individuos recorren el pequeño espacio que hay entre el hogar y el trabajo. ¿Y las grandes distancias, sólo están hechas para los ricos? Bueno, conocí una vez a un chico que se fue en bicicleta a Estambul pero no se que le pasó porque cuando volvió ya poco parecía importarle y se abandonó a las juergas y la bebida, lo que me hace pensar que sin dinero quizá sea peligroso arrojarse. Aun así la válvula de escape de la rutina sigue siendo pensar en la huida. Cuando en el entorno en el que nos movemos sólo hay polígonos, naves industriales y chimeneas que escupen veneno toca vivir las praderas y los mares en espacios cerrados y sobrevivir con esa naturaleza. Todos los días nos movemos atravesando esos descampados que nunca se arreglan, que se van llenando de basura, contemplando como escenario esos paisajes rotos por carreteras que se convierten en redes, que van cambiando el verde por el gris oscuro. Que la gasolina fluya, ahí si hay dinero. Los ojos se acostumbran a lo opaco de tanto alquitrán y cemento, la sensibilidad adormilándose porque estamos perdiendo el brillo de los colores. Menos mal que nos queda estirar el cuello y mirar de soslayo al sol. Menos mal que podemos poner la Webcams y, como el ojo de Dios, mirar cualquier lugar del mundo. Pero el espíritu del ser humano es algo más que eso. Luchamos por paraísos terrenales entre tanto ladrillo rojo, entre tantos espacios cerrados que caen bajo el dominio de las reglas, de autoridades que administran el consumo de energía y la producción de capital. Trabajamos soñando. Como un líquido busca salida el fluido de la libertad. Quizás los grandes viajes estén hechos para planearlos aunque no podamos salir de la misma ruta diaria.Entre grises damos pinceladas de color, es decir, trabajamos con el depósito de la imaginación. En la intimidad de una habitación podemos formar un oasis, siempre da resultado darse un garbeo mental. Quizá si trabajamos tan bien es porque la imaginación vuela, entre informes nos tomamos un respiro y nos trasladamos sin movernos. Realmente la huída es posible sin necesidad de volverse tan loco como para hacer un hatillo y viajar sin destino. A lo mejor lo que nos da salud entre tantas repeticiones es el movimiento trascendental, el viaje astral. El cuerpo sentado aquí, encorvado frente al ordenador pero el espíritu volando sobre pirámides mayas y grandes cañones. Así es más fácil admirar la grandeza de este mundo… Bueno, también recorriendo la geografía de otro cuerpo.

8 comentarios:

Ingrid Dietrich dijo...

NO tengo palabras para expresar la sensibilidad y la Magia con las que escribes... No comprendo cómo no hacen cola a la puerta de tu casa con la aspiración de descubrir otro de tus pensamientos, recorrer todos tus recovecos deseando aspirar el aire que respiras, admirándote en cada gesto en busca de pequeñas perfecciones, recorriendo tus imaginarios mundos fantásticos, acompañándote a los confines del paraiso, perderse en tu mirada azul descubriéndo su reflejo a través de tus ojos... No comprendo como una "Rosa" en el desierto sigue conservando su belleza, pero rodeada de ojos no es admirada en una de esas grises calles de las que hablas...
Desde lo lejos te veo y no entiendo cómo los que te rodean no, te miran pero no te ven, al menos como yo, admirándote... Me siento afortunada.
Besos

Anónimo dijo...

Yo tampoco tengo palabras para agradecerte suficientemente tus palabras. Me ayudan a seguir escribiendo y me ayudan personalmente también, por eso te estoy sinceramente agradecido. Se que de mi soledad soy el mayor responsable pero también se que la vida pasa por muchas etapas y que el mundo, la sociedad, la gente que es lo más importante seguirá ahí, y con el corazón en la mano será más facil que vuelva a encajar en cualquier sitio. Bueno, cuando uno pasa por una faceta solitaria parece como que nos ponemos el traje de parecer invisible, a ver si saco los jerseys de colorines y empiezo a llamar la atención, jejeje. Bueno lo dicho, espero que sigas disfrutando con estos pequeños ratitos de lectura. Un beso

R. dijo...

Creo que solo escribo cuando llego a un extremo.Cuando estoy con una felicidad
concentrada en la sangre,cuando parece que se me va a escapar el corazón del pecho en cualquier
momento,cuando estoy tirada por los suelos llorando,cuando odio,cuando empiezo a querer,
cuando llegan las despedidas.Solo soy capaz de escribir en momentos críticos,y...
por gracia o por desgracia tengo 2 o 3 a la semana.Mejor quemarse que apagarse lentamente ¿O NO?





:) SIN AVENTURAS NO HAY VIDA,SOLO SOMOS SUPERVIVIENTES,YO QUIERO ESTAR VIVA,HASTA EL FONDO.AL 100%,DE LA CABEZA A LOS PIES.

Mysia dijo...

Me quedo con dos cosas:
1) La pregunta ¿Se puede crecer sin vivir aventuras? Interesante.
2) Con la reflexion de admiración de Pantera rosa. Es curioso, y en eso estoy de acuerdo con ella, como hay gente increíble q en su vida diaria pareece de todo menos eso; como mucho normal y como poco depresiva (- nosé pq se tiende tanto a asociar esa palabra con gente q piensa-). Por lo demás están bien tus entradas, pero yo soy menos entregada -;P- q Pantera Rosa (y con todos mis respetos, que conste).

Anónimo dijo...

hola.... perdona queno haya comenatdo últimamente.... entre la depre del paro y que tenía que crear un blog nuevo.. uff... me gusta leerte, dices cosas muy bonitas y no como yo que suelo digo 4 tonetrías jejejeje en fin.. en tus vuelos procura volar con cuidado y siguiendo el límeta de volavelocidad permitido :)

Anónimo dijo...

Entiendo Someone, se notan las fuertes emociones en los que escribes.Pero no estoy muy seguro que sea mejor quemarse que apagarse lentamente, solo podría asegurarlo con perspectiva. Reflexionare sobre eso.Sí que estoy a favor al 100% de las aventuras. Un beso

Y por eso apuesto por las aventuras sensatas, Mysia, yo creo que si se puede crecer con ellas, sin necesidad de agotarse ni recorrer miles de kilómetros. Es verdad que la gente normal y reflexiva tienen poco éxito social y que sorprendentemente pueden aportar mucho más que las que parecen brillantes. Te agredezco que le pongas un bien a mis pequeños textos. UN beso

Jagg,si,que de tiempo, gracias por seguir leyéndome. No estoy de acuerdo con lo de que dices cuatro tonterías. A ver si me hablas de tu nuevo blog. Y ánimo con lo del paro, te entiendo muy bien. Saldremos adelante. UN abrazo

Mysia dijo...

Jajajaja pesan mucho los "se te fue" que m ponen en mi blog ;P.
Pero de na.

Argax dijo...

Hablas de huídas y de viajes. Hablas de combatir el gris con pinceladas de color.
Yo soy de los que cree que el hombre no está hecho para vivir sumergido en el alquitrán, que la belleza se encuentra en la imaginación pero que deberíamos empezar a exigirla en la realidad.
No podemos estar soñando toda la vida con huir, algún día tendremos que decidirnos.
Pero te entiendo, yo tengo mi refugio en mis textos, en mis libros, en mis silencios taciturnos. Pero hay muchos que requieren que el estado de las cosas les diga como tienen que huir, me da miedo verme en esa tesitura algún día.

Un abrazo y que sepas que tu texto viene como anillo al dedo a mi estado de ánimo de base.