2/3/09

Treinta y ocho párrafos


Tengo muchas cosas que contar pero nunca salgo de lo mismo: El amor y el deseo de realización en pareja, peor aún, mi realización a través de otra persona ¿Es que no te han enseñado nada todas las premisas por las cuales crees en la verdad del error de trasladar esa responsabilidad a otra persona? Sí, tengo todas las alertas pero parece una obsesión imborrable. Son confesiones comprometedoras por eso se las ofrezco a las personas con las que no tengo ningún tipo de compromiso. Sería como revelar los trucos de un mago o las cartas de una mano de póker. Bueno, hay otras cosas que seguiré ocultando y que no tendré más remedio que revelar a quien me hipnotice y haga que me comprometa. ¿Se entiende todo esto? No quiero quedarme con la sensación de que hago malabares con las palabras para distraer y no expresar claramente lo que quiero decir. Pero no quiero hablar hoy de la obsesión por el amor y ya llevo doce párrafos. Simplemente anoto aquí que leí ayer a alguien que decía que conoció a su amor en otoño y que en primavera él la había dejado, por lo tanto, cada primavera era triste para ella y nunca el amor sería igual y que ella misma no sería igual nunca, etc. No quiero que me pase eso, me gustaría que el amor fuese tan intenso siempre pero diferente con cada persona. Diecisiete párrafos, lo dejo ya. Sólo el tiempo es tan traicionero como el amor. Te empiezan a brillar los ojos porque la primavera va a agitarte y revitalizarte y cuando vas cuesta arriba ¡zas! Involución, día gris y no para de llover y el oso tiene que volver a dormirse en la cueva. Pues eso, como cuando estás enamorado y te ves tan reflejado en la otra persona y de pronto amanece un día en que piensas ¡no te conozco, no te conozco, no somos uno, somos dos personas divergentes! Veintidós párrafos. Siempre habrá amaneceres más claros y días radiantes. Cambio ya de tema. Me he quedado paralizado, es pensar en otras opciones, otros caminos que tomar en este texto y me he quedado pardo mirando el cursor. Durante unos segundos he pensado en muchas cosas, he pensado en que no he conocido un compromiso más ideal que el de la Maga y Oliveira en ‘Rayuela’ de Julio Cortázar, donde no hay citas ni plazos, simplemente ambos se buscan por el Pont des Arts y se encuentran sin sorpresa, convencidos “de que un encuentro casual era lo menos casual” en sus vidas. Desde que leí Rayuela me enamoré de la maga, un personaje aparentemente irreflexivo pero que era más certera en sus opiniones cuando intervenía en los debates complicados de Oliveira y sus amigos. Un personaje que se movía en un mundo diferente, que Cortázar bautizó con el nombre de ‘Mundo Maga’, mundo donde era posible hablar con los gatos y emocionarse cuando se encuentra un paraguas roto en una noche fría y, como va acompañada por la sombra de la razón de Oliveira, hay que deshacerse del paraguas tirándolo en el Sena y eso se merece tanta pompa como si de un entierro con honores se tratara. La Maga parece tonta pero sólo un personaje tan inteligente como ella es capaz de armar una relación con otro personaje tan complicado e inmune a los compromisos como Oliveira, que no es capaz de salir de su debate existencial para quererse un poco. Por que sé que existen personas que caben en el molde del mundo maga sigo teniendo esperanza en el amor…y no he conseguido dejar de hablar de ello por esto, párrafo treinta y ocho.

8 comentarios:

Mysia dijo...

Tu entrada, aún sin tener que ver con la mía en absoluto, me recordó irremediablmente la mía, en la que hablaba de la pérdida de la magia y la revelación de los trucos. "Me siento como un niño que, después de haberle ido contado a todos sus amigos lo increible de la magia, el mago le desvela los secretos de su magia: sus trucos de artificio. Su desilusión se ve compensada con la verdad. Mi superhéroe solo era un mago que ayer me desveló sus trucos." Lo dicho nada que ver.

Creo que tan pronto encuentre un hueco y mi memoria me lo indique, leeré ese libro del que hablas. Por alguna razón sé que encontraré lugares y personas comunes. Y por alguna razón, creo que me gustará.

Lolíndir Palantír dijo...

..desde luego que no hay que perder esperanza en el amor: aunque sea una frase dicha es cierto: mueve el mundo y nos mueve a nosotros...solo hay que proyectar si eso es lo que realmente se quiere.al fin y al cabo hay personas en este mundo que solo encontran a si mismas cuando tienen pareja, y lo que dicen que no es bastante mentira. Los momentos duros del que hablas (lease el dejar a un enamorad@)hace parte de tal proceso: significa crecer juntos y las dificultades se superan solo juntos, eso sí,teniendo que poner mucho de nuestra parte. Quizás muchos de nosotros tienen alergia al compromiso (me pongo tambien en esta lista, ya que varias veces he pensado en esta posibilidad visto mi historial sentimental) pero es solo una manera de ver las cosas: al fin y al cabo eligimos lo que vemos(y entendemos y sentimos y lo que queremos ver). Ay el amor: està ahí fuera pero tb dentro de nosotros. Solo relacionandonos con los demas podremos captar su esencia, si estamos despiertos claro, pero imposible razionalizarlo.... no, no se puede, o por lo menos yo ya no busco entenderlo, solo saborearlo, empacharme, disgustarme, en fin vivirlo.

Anónimo dijo...

Bueno, Mysia, Rayuela es absolutamente recomendable y en cuanto a lo otro a lo mejor el amor es también un poco como la magia, es fácil quedarse con la boca abierta cuando no se conoce la 'verdad' de los trucos, nos fascina el ilusionista que hace parecer posible lo imposible. El desamor, el desengaño es como conocer los secretos de la magia, conocer que hay mucho de artificio debajo de la fascinación.

Por eso, como dices Lolíndir, sospecho que quizás lo mejor sea saborear el amor, vivirlo, sin buscar enterderlo, sin que medie la razón. Si el mago vuela es que ese hombre ha conseguido volar y por qué buscar los hilos que lo manejan. Sé lo que me vendría bien pero mi barrio está formado por dos calles, lo confieso, una se llama sentir y otra pensar. Me doy cuenta que voy caminando haciendo zig zags. Lo de entregarse es la lucha y sí que da miedo quedarse definitivamente instalado en una calle con alguien, que es como despegar de la tierra en globo cuando se tiene vértigo.

Un saludete.

Mirta Peces dijo...

me ha encantado.
no he leído aún Rayuela, pero está claro que apenas termine con la cola de libros que tengo, el próximo será ese.
Puff..el amor resulta tan complicado que yo ya ni siento ni padezco..en fin..
pasa una buena tarde.

Anónimo dijo...

Gracias Mirta. El amor es suuupercomplicado, eso parece. Que pases una buena tarde también. Un saludo

Argax dijo...

Tu post aparte de los temas que trata y en los que ahora entraré va a tener un efecto muy positivo y es dar a conocer Rayuela a tres personas.
Ese libro ha significado tanto en mi vida. Gracias a él empecé a amar la literatura, empecé a escribir o a intentar escribir mejor, me di cuenta de que en las buenas novelas hay patrones de vida que en la realidad se nos escapan a la vista.
Y la Maga, que voy a decir de la Maga, mi blog lleva su nombre, ella un día se escapó y sé que anda rondándome pero aun no se deja ver.

Respecto al amor, a realización a través de la pareja, pues no sé chico, hoy por hoy te diría que no creo en ese concepto de amor, pero quizás es porque tengo una época gatuna a más no poder.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Ay Argax ya te echábamos de menos. Me alegro de verte. No me había dado cuenta del detalle del nombre de tu blog. Es que La Maga es grande, enamora a cualquiera y mago es Cortáza por habernos regalado este personaje inolvidable, imborrable, impresionante y miles de im- más. He notado tu ausencia y me preguntaba qué pasaba, ahora veo que ha habido mudanza pero no se si las fotos que has puesto son de la casa que dejas o a la que vas, si vuelves con tus padre o los dejaste, pero en fin, el mensaje es bueno como siempre y suena a cambio, espero que sea un feliz cambio. Un abrazo

Argax dijo...

Pues efectivamente, ha habido mudanza. Por los comentarios que me ha ido dejando la gente veo que tengo que ser un poco más explicito en mis entradas o no, esta era más un fogonazo, un sentimiento puntual de extrañeza, una vuelta: ascensión para tomar aire en la superficie.

Las fotos son de la casa que dejo, que nos las vea mi gato que le entra morriña, a él si que le ha costado adaptarse al cambio, de hecho hoy le hemos visto el pelo de nuevo después de dos semanas, que tio. En fin algo colgaré de eso también.

Estoy algo disperso, así que voy a dejar de escribir, pero que sepas que a pesar de que no escriba siempre, siempre, siempre leo tus entradas.

Un abrazo.