27/2/09

El cariño es el mejor antigripal


Qué puedo decir con la de achaques que he tenido en estos días con la llegada de la jodida gripe, sólo he podido preocuparme por mejorar y por no preocuparme tanto. Aunque en este punto no he avanzado mucho, lo sé porque si he tenido algo de lucidez ha sido para averiguar que estaba haciendo poco por calmarme. Ya sospecho que si estas cosas se dejan sin control pueden crecer desmesuradamente y quedarse lo malos hábitos de quejarse por nada, ahí instalados entre las rutinas. Me controlo en el mismo momento que me doy cuenta de que estoy haciendo un catálogo de hipocondría, pues a los dolores de cuello, resfriados gripales y estados alterados de ánimo puede que guarde algún as bajo la manga para reunir un póquer de males cotidianos. Y no quiero más cartas. Me planto. Pienso en masajes, en técnicas orientales o en gritar desaforadamente para calmarme y desahogarme como posibles remedios. Y borro estas habituales soluciones porque me parece que lo más productivo podría ser confesar mis deseos para contrarrestar los achaques, porque los buenos pensamientos son anticatarrales y, sobretodo, porque sé que no hay nada mejor que un ratito de confidencia. He aquí las mías. Confieso, para hacerme un exorcismo, que si quiero sentirme liviano como una pluma sólo necesito que esta primavera crezca alguna flor a mi vera, porque quiero volar, cerrar los ojos y bailar, enhebrarme en la vida con un fuerte nudo que no me permita escaparme nunca más. Quiero entregarme, lo juro, quiero entregarme y dejar que me encuentre la buena fortuna, y que ese momento llegue estando tan relajado que pueda responder sólo con sonrisas y lágrimas, no quiero guerras con nadie ¡es absurdo! Cuando era más joven no confiaba demasiado en el poder de la compañía como sanación. Cuando me sentía mal me movía en bicicleta para que no me alcanzaran las gélidas ráfagas de viento, portadoras de virus debilitantes. Pero esta vez me acostumbré a andar poco abrigado y ahora que empieza el buen tiempo saldré a pecho descubierto, vestiré camisas para quitarme los botones y que escribas tu nombre, si lo deseas. Sé que cualquier dolor se evaporará porque recogerás mis suspiros y no tendremos por qué quejarnos como no sea que nos distraiga reírnos de esos grititos. No tendremos que criticar más que al mundo lejano, esas cosas que son tan feas del mundo. Nos pasearemos orgullosos de haber descubierto que no tenemos que atacar a quién nos rodea, pues son tan humanos como nosotros. He sido friolero pero pisaremos descalzos la hierba o canturrearemos sin miedo porque será tu voz mejor que la de Barbra Streisand y pondré como acompañamiento voz de Neil Diamond aunque los gallos despierten por segunda vez en el día. No me molestaré si estamos sentados charlando de nada y comiendo pipas y te levantas para perseguir una paloma dejándome con palabras en la boca, porque luego vendrás a acariciarme la cara. Los celos son para la gente que no se quiere, me dirás enseñándome lecciones de libertad e independencia. Ese momento será para sentir, para coger la vida por los cuernos y dejarnos de dar vueltas cada uno por un barrio. Conoceremos nuestros sentimientos por las palabras pero también por las miradas, por los roces, por el calor con que resolveremos nuestros conflictos. Destrozaremos secretos con el paso de los días, daremos respuestas divertidas a los por qué de la vida. Así son los sentimientos. Si nos hundimos lo respetaremos con nuestros silencios y mira, lo importante es que estaremos en un banco y sabremos que no va a haber naufragios irremediables. Ven, te espero, porque mira las cosas que escribo cuando tengo ganas de vivir a tope y mira cómo me contradigo cuando una vez juré que ya no buscaría nada…

7 comentarios:

Lolíndir Palantír dijo...

tranquilo que la primavera la notamos todos...jejejej peroeso no significa que haya de ser puta(y va por lo de ser condiscendiente, ya uqe realemente ese tio no paraba de tocarme culo y polla...perdon por ser tan directo).te contesto aqui pq todavia no veo cargados los coemntarios en el post.
a new york irè del 3 al 10 de abril... por cierto te agreguè en el mns...esperando no te moleste!

Mysia dijo...

"Quiero entregarme, lo juro, quiero entregarme y dejar que me encuentre la buena fortuna [...]" ... mmm ... eso implica q hasta ahora t escondiste de la buena suerte? Pq debes de ser el primero q conozco q la kiso eskivar xD.
bah! es por comentar alguna cosa de las q m hacen gracia cdo leo. Pero pareces realmente "desesperado" por q t de el pleno sol en la cara. A veces ciega más de lo deseable ;P.

Anónimo dijo...

Ah jajaja, Lolíndir, no había entendido que el ataque del baboso fuese tan directo y sobón. Entonces lo entiendo, eso es acoso en el ocio. No te preocupes con lo del messenger, no me importa, aunque ultimamente no lo uso mucho, tengo que conectarme en todos los sentidos, jeje. Bueno ya hablamos, un saludo.

Mysia, gracias por la invitación a tu blog, lo he ojeado y me gusta. Veo que sabes mucho de moda. Ya lo leeré más detenidamente. Lo de esquivar la buena suerte hay más gente como yo pero no es fácil reconocerlo. Como tampoco es fácil reconocer la necesidad de cariño y compañía para quien, como dije, juró no buscar a nadie más que a mi mismo. Pero son ataques que me dan, más frecuentemente cuando llega el buen tiempo. Un saludo

Mysia dijo...

1) Es muy dificil reconecer las verdades, especialmente las VERDADES, es decir las non gratas. Creo q es de valientes o suicidas.
2) Rectificar es de sabios, igual que pedir perdon es de humildes y buenas personas.
3) Ni se t ocurra leerme xDD. Es de lokos. Mi blog es más para echar un vistazo. Leer, solo me leen los q no pueden escapar luego de mi interrogatorio. Osea mis amigos xD.

Anónimo dijo...

Que bonito, me gusta cuando un hombre se muestra vulnerable.

Anónimo dijo...

Está bien Mysia, sólo lo ojearé de vez en cuando. Este es un blog confesional por eso tengo que reconocer algunas cosas y rectificar otras. UN saludo

Hola Caótica, si la edad del hombre de piedra tiene que qwuedar atrás y creo que mostrarme vulnerable no me hace más débil. Un saludo.

Anónimo dijo...

No, no te hace más débil,más bien todo lo contrario. Nos cuesta generalmente mostrarnos vulnerables, a mi personalmente me cuesta horrores.