18/2/09
Paseo y se me escapan deseos
Pienso en esos momentos en los que me he detenido después de tanto caminar, bueno, a veces había paisajes que merecían la pena, y entonces se me movían los ojos o, como cuando necesitaba suspirar porque sentía el pecho oprimido, levantaba la mirada hacia el cielo, como para llenarme de oxígeno los pulmones, eso que dicen que sienta tan bien y recupera e inicia otro párrafo. Es el punto y aparte del respirar o, mejor, dicho, del quedarse ahogado. Bueno, pues ha habido veces que ni por el paisaje, eran ésas en las que ya de tanto andar no he sabido a dónde tirar. Veo que los estados anímicos también se me reflejan en los paseos y cuando hay cierto bloqueo siempre se repite la misma rutina de ruta. Pero como ya dije en otra ocasión probé a alterar mis pasos e improvisar para ver si así cambiaba el estado de excepción de esa parálisis que me entra porque no sé que hacer. Y éste proceso a la inversa no funciona porque entra angustia y parece que uno se va a perder. No sé que cosas nuevas puede enseñarme la calle, lo tengo todo visto, pero a veces voy mirando al suelo porque estoy cabizbajo por algo y me llevo sorpresas. Ocurren casualidades sorprendentes, como el día de las perchas porque me encuentro perchas tiradas en el suelo y diseminadas por varios puntos de la ruta. La casualidad o el azar de la realidad a lo mejor me está diciendo en esos momentos que debo colgar algo en mi compleja mentalidad, fijar alguna nueva cosa para pasar a otra rueda, un nuevo sabor que me haga vivir chispas de felicidad de segundos ¡segundos de dicha! O como aquel día de la hierba pero mejor no seguir por ahí porque aquella casualidad estuvo a punto de desestabilizarme y cambiar, ésta si, mi sino. Creo que hacía éstas cosas de los paseos indagatorios con la esperanza de encontrarme personas que me echaran un cable y me dieran la oportunidad de expresarme como soy, pero claro la gente disimula por la calle y si te miran con interés lo hacen con el mayor disimulo para que no te enteres. Cada uno llevamos un banco también a cuestas, una caja de seguridad para que no nos utilicen y nos desenmascaren. Pero quien esté a salvo de los prejuicios y temores que tire la primera piedra. Yo miro cuando voy caminando, suelo mirar con descaro, pero cuando me cogen desvío la mirada. Si pintáramos estas miradas escondidas, y perdidas porque no fructificaron en nada, tendríamos como resultado una red multicolor sobre nuestras cabezas pero a lo mejor también habría más salida para los solitarios… quizá dejarían de existir los amores platónicos y los cambiaríamos por hechos ¿Y que tal una bombillita en la cabeza que se enciende si gustas o no? Claro que así muchos nos quedaríamos con el culo al aire y la dinámica de las parejas a largo plazo, las familias y tal. Todo se iría al garete con la muerte de la simulación aunque se desatarían a su vez aquellas temidas pasiones secretas.
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7 comentarios:
me has provocado estres. o mejor dicho, me lo has reanimado.
yo creo q estamos sobresaturados de presion, si eso es posible. creo q deberíamos repetirnos mas a menudo:
1) no pasa nada si no somos nadie
2) no pasa nada si no hacemos nada
3) no pasa nada si nos aburrimos
4) no pasa nada cuando crees q va a pasar algo
y kizas asi nos pasaria.
Estoy de acuerdo con Mysia, aspiramos a cosas insignificantes, que para nada tienen que ver con nuestra felicidad.
Por otra parte veo en el texto una de mis obsesiones: la afinidad. Yo aun pienso que queda mucha gente tiene que entrar en mi vida para contarme historias, para aportarme sus vivencias, para inspirarme y despertarme.
Y a la familia, la pareja y la idea de hombre normal que le den por culo. Podemos construir una forma de vivir sin esas ataduras pero es difícil.
La verdad sigue estando ahí fuera.
Un abrazo.
Nada tiene que pasar, só segundos de microfelicidad. No te estreses Mysia, lee lo que escribo con música de Enigma y velitas y cierra los ojos. Sabemos que no tenemos que buscar, Argax, pero esa tendencia hacia el prójimo nace incontrolable de dentro porque sabemos que todos la sufren auque no busquen nada. Haya verdad fuera o no hay experiencias, y siempre nos queda ganas de llevarnos un buen equipaje de la vida, y ese equipaje bueno son las personas. Saludos
Saludos Manumara...
Oye, y que tal lo de pasear y mirar dentro de ti? intentar compaginar los paisajes conocidos con nuestro complejo interior en busca del ángulo apropiado. A mi me ha dado resultado.
Un fuerte abrazo.
Saludos Cecile, me tengo más visto que el TBO pero, como siempre seguiré la introspección, a ver si encuentro ese enfoque o como dices ese ángulo apropiado. Un fuerte abrazo.
wenass!!he visto k has pasao por mi blog..eres periodista y además de Sevilla..nos conocemos en la vida real??
Wenass Mirta, bienvenida. Sí, soy periodista y sevillano, pero no creo que nos conozcamos en la vida real, no se. Bueno, te conocí blogueando por ahí y me gustó tu estilo. UN abrazo
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