30/11/08
Belleza y fuerza sin miembro
En medio del paseo matutino me encuentro al Pensador de Rodin y descubro estupefacto la inmensidad de la escultura y la deformidad de su canon artístico. Las manos del pensador son grandes, sus pies colosales, los músculos de una fortaleza rotunda y su miembro…minúsculo. ¿Por qué a estos titanes se les esculpen siempre un pene tan pequeño? Es curioso apreciar la definición milimétrica de cada músculo en las esculturas clásicas, cuerpos fibrados de piedra, mármol, bronce o acero que describen una anatomía milagrosa de cada porción, trapecio, hombros, pectorales dorsales…órganos funcionales pero que transmiten belleza, los ojos de un admirador que adoran esas líneas, los dibujos que forman en torno al ombligo, que dividen en segmentos excitantes, la imaginación les coloca perlas de sudor y brillo, les coloca la virilidad de un guerrero, un vozarrón, la capacidad de orden y mando. Podría ser un general, acostumbrado a desmembrar a enemigos en batallas de fango sangriento, un general acostumbrado a sacar la bestia que lleva dentro para invadir y destrozar a pueblos, pero es un hombre, un hombre perfecto con la orden de combatir, de defender a su pueblo y ganar tierras y beneficios para el imperio. Está acostumbrado a ponerle cojones en la batalla pero después le retratan con un miembro atrofiado. La misma rotundidad de la piedra, la apariencia de fuerza de sus músculos guerreros hubiera exigido un pene erecto, símbolo de la espada, de la lanza, del poder. Con esa arma ¿Cómo llegará a nuestras profundidades? No obstante el Hombre nos ha llegado poderoso a lo largo de los tiempos a través de estas esculturas y a la vez nos ha mostrado su debilidad en la desnudez. El general después de ser un salvaje, de abrir heridas y ríos de sangre y desgracia, camina enhiesto a su tienda de campaña, es ayudado por dos servidores para desvestirse, se introduce en una cuba de agua caliente, uno de los esclavos ha perdido la piel para calentarla, el agua ha sido rociada con perfúmenes y sales y por fin llega el descanso del guerrero, las articulaciones se disuelven, los músculos se disuelven, el temperamento se disuelve. Una vez relajado el general sale de la cuba, brillando sus músculos que ahora aparecen renovados, laxos, sus dos sirvientes lo secan hasta enjugar la más milimétrica gota en los más recónditos pliegues, incluso tienen que separar sus rocosas nalgas para enjugar su puerta celestial. El general agradecido acaricia la cara de un esclavo, su más fervoroso seguidor que daría la vida por proteger la gigantesca espalda del gobernante. Con el calor y el placer del baño tan tremendo hombre saca de dentro su lado femenino y con un ademán le ordena al escultor que siga retratando su belleza porque le queda poco tiempo y llega las horas del amor, el escultor tiene que obviar su miembro erguido pues eso avergüenza a los hombres de su época y no podrá contar que tras el fragor de la batalla, sin mujeres alrededor, el gran hombre también disfrutará de ese amor…
28/11/08
Crónicas de Frisco (I)
Bajaba por la cuesta de Dolores Street cantando una cancioncilla por el tema de airear las preocupaciones, tenía que ir a llamar a la familia desde una de aquellas cabinas telefónicas que tenía seleccionadas como puntos de conexión hacia el centro de mis emociones, no era fácil dar un reporte de que todo no iba tan encaminado a la senda del sueño americano de un chico sureño, pero sureño de España, que en yanquilandia era como primo lejano de un mejicano (Ay mejicanos, la mano de obra de San Francisco, tan extraños en la gran ciudad cuando es tan vuestra) Había que llevar quarters suficientes para la máquina tragamonedas, que engullía como una condenada porque comunicarse a tantos kilómetros de distancia era echar por la ranura y pensar en cuántos minutos te quedaba de cariño familiar, mientras te temblaba la voz y templabas los ánimos, y hacías versiones de la rutina más favorables para los oídos oficiales que esperaba buenas noticias. En la otra mano un cigarrillo que se consumía a velocidad de la luz y había que encender otro mientras con la oreja mantenía presionando el auricular y los ojos alerta bizqueando, pues uno tenía que estar puesto en la acción de darle de comer al teléfono y el otro analizando el terreno para que no viniese un brother con ganas de beber a tu costa. Ah sí, esas botellas que se esconden en bolsas de papel pues no se puede beber en la calle y los vagabundos son tan educados que si no se ve la botella mejor. Y del corazón salía el verdadero hilo telefónico, el cable del amor que comunicaba directamente con España, sobrevolando esos grandes aviones que en el cielo de Estados Unidos son como un enjambre. El hilo de la imaginación también corría paralelo a los impulsos eléctricos porque había que ser coherente para que no me pillaran quejándome, al fin al cabo había elegido todo aquello, sentirse como huéfano de cariño, malcomer y beber para olvidar, pasear con la sensación de que andas por una ciudad IMPRESIONANTE pero que andas desde este lado del escaparate porque realmente no te dejan entrar hasta el tuétano, hasta tal punto somos extraños los extranjeros introvertidos por lo descomunal de aquella sociedad. Me podía haber casado con una mejicana también, sí, para ser persona de pleno derecho pero sólo de pensarlo el juez agotador que hay en mí sentenciaba que era demasiado teatro para aquel pastel. Podía estar comiendo bocadillos de mortadela yanki con mostaza pero vivía en un barrio estupendo, todos los días tenía mi café y todas las noches mis cervezas en Castro. Claro había que dejarse ver y después vendría el amor, Los Ángeles, Las Vegas, Nueva York…
27/11/08
¿Puede corromper un libro?
Bueno, pues otro libro más. Hoy he decidido dejar de leer a Henry Miller por ahora porque no está el horno para bollos. Me gusta como escribe y lo que cuenta pero podría ser una influencia nociva para un estado de ánimo invernal. ‘Trópico de capricornio’ retrata la vida salvaje de su personaje, que podría ser su alter ego pues se llamaba exactamente como él (o podría ser él mismo porque el libro se desarrolla en una atmósfera que suena a mezcla de ficción y realidad). Su ´hijo literario’ es elegido como encargado de seleccionar personal en una empresa de repartidores de Telegramas y desarrolla su filosofía del trabajo como una persona sin escrúpulos, que le importa una mierda el prójimo y lo utiliza a su antojo, devorando personas y luego tirándolas. Sí, es un poco lo que somos en realidad pero no quiero saber hasta qué punto, me gusta conocer de la rabia del individuo frente a la sociedad, como siempre si está bien expresada, pero la inercia a la destrucción de cualquier puente de reconciliación con el prójimo me desalienta, en un momento de mi vida en que quiero volver a romper el aislamiento, disolver los rencores, porque quedan muchas cosas brillantes que disfrutar de la vida colectiva, muchas mariposas en el estómago que volar para hacerme cosquillitas. Quiero que se me humedezcan los ojos de emoción y que me salgan besos. Sí los besos, todavía quedan los besos que tengo que dar. Estoy cansado de buscar pero todavía no, todavía no quiero volver a la cueva y renunciar al mundo pues quedan muchas cosas y queda el amor que todavía no me ha decepcionado, quizás porque no caí profundamente enfermo. El personaje de Miller odia al prójimo y sobrevive por inercia pisando cabezas, al menos eso pienso por lo que he leído, si alguien entiende más de esto que me lo diga. Y me pregunto si leer ciertas cosas puede ser una influencia perniciosa, si los libros pueden corromper las almas, si puede ser peligroso desnudarse por escribir y rebuscar muy adentro porque, como todo el mundo, quiero llegar a disfrutar de esos momentos tan breves de gozo que es la felicidad, que si existe no es un estado pleno ni duradero, son momentos tan superficiales que casi no te das cuenta que los vives o no lo haces en el momento más que recordando ¿Podría un libro corromperme? Me sorprendió que cuando buscaba un libro más ameno, más divertido para aplazar a Henry Miller y sobrellevar estos primeros días de verdadero frío, me alentaba sin cesar: ‘Quiero un libro que me corrompa, quiero un libro que me corrompa’, porque quizás quería vivir otra historia límite llena de sexo, juergas y exploraciones profundas de lo humano. El llevar una vida formal, desde luego, me está alentando a querer disfrutar de historias de ficción que sobrepasen los límites, pero esta vez no daba con nada, todo me parecía muy convencional. Al final elegí un libro que ya os contaré pero no confío mucho en que me sorprenda. Mucho menos que me corrompa porque mira que he leído cosas locas y no consigo volver a corromperme. Recuerdo a Don Quijote, que se volvió loco por leer tantas novelas de caballería y tengo miedo de volver a ser un golfo si sigo en la misma inercia, ya se lo digo a mi madre que es una devoradora contumaz de novelas rosas, advirtiéndole de que se puede convertir en una ‘Romanquijota’. Y es que creo que los libros algo influyen pues con ´Trópico de Capricornio’ ya me estaba sudando la polla todo el mundo, por eso he decidido dejarlo para más adelante, cuando me sienta más viejo y más cansado y no tenga ya la sensación de que me queden por vivir cosas buenas de este mundo.
25/11/08
No hay película
Que sigan pasando los días con la sensación de que nada cambia porque los cambios, buff, alteran los ánimos. Así se pone uno, en esa tesitura para conformarse, acostumbrado ya a que no pase nada sorprendente, porque eso son cosas que pasan en las películas, por regla general por la injerencia de un personaje extraño que, con su poca observancia de las reglas y convenciones sociales, te cambia la vida porque te saca de un círculo, de una etiqueta en la que te has colocado solito porque piensas que no hay lugar para ser como un camaleón y poder cambiar de máscaras y disfraces. Todo son percepciones subjetivas, te das cuenta cuando lees a nihilistas como Henry Miller, que menuda rabia contra el mundo depura en su novela ´Trópico de Capricornio', donde perfila un personaje lleno de odio y falto de escrúpulos que prospera sientiendo asco hacia el prójimo. Miller era otro sabio que no creía en nada porque conocía cómo era la vida y como era el Hombre (el Hombre es un lobo para el Hombre) La vida no es una película, todo los adultos lo saben, a pesar de que a algunos la vigilia de la fantasía peliculera nos ha durado mucho y nos creímos ciegamente que el amor de Richard Gere a Julia Roberts en ‘Pretty Woman’ era viable en la vida real. Por muy puta de calle que fuera tenía algo que hechizó al príncipe y por eso se salvó de la miseria de tener que vender sexo sin quererlo, con extraños, en permanente exposición a las drogas, a las enfermedades, a los robos, a las extorsiones de la policía. De pronto de buenas a primera viene un hombre que te rescata y, por amor, te coloca en una vida justa y cómoda. Y luego piensas que si Julia estaba preparada para el amor ¿por qué no se fue con un cliente pobre? O luego pasa que te llevas buscando príncipes una buena parte de tu vida y lo único que consigues es que te babeen y te abandonen después del desayuno aunque la noche de autos te hubiese prometido escaparse contigo a Méjico para casarse en secreto. Ya nos han sobado tanto el cuento de la Cenicienta que hace falta que se inventen otros cuentos para seguir mirando de reojillo al prójimo con esperanza, porque siempre puede haber una vida mejor si te conformas y te dedicas a soñar con Jennifer Loes, Angelinas Jolies o con Brad Pitts y los George Cloneys de turno. Son esa clase de estrellas que después se quejan del acoso de los fans pero que cumplen muy bien el papel en la pantalla de hacernos creer que son sólo para nosotros, que les brillarían los ojos y nos susurrarían en una habitación en penumbras. Están para ser los actores de nuestros sueños y los sueños forman parte de la realidad. Luego ocurre que hay psicópatas que se deslizan por esa puerta y reclaman la propiedad de los ídolos comunitarios. Hacen falta nuevos cuentos, hacen falta nuevas películas para que los ciudadanos de a pie sigamos eslomándonos por el capital pero soñando, soñando con nuestro alter ego que un día nos rescatará y llevará al Cielo en la tierra. Ahora están de moda las películas de superhéroes y quieren que nos emocionemos con las enésimas partes de los Batmans, Spidermans, Elektras y Supermanes pero, joder, contad nuevas historias ¿No veis que no hay mejores héroes que el hombre cotidiano y su lucha contra el sueño fustrado?
24/11/08
De Shopping
Hoy he sentido que tengo que actualizar mi vestuario, comprarme algunas cosillas que me hacen falta vamos. Ya llevo rondando con el tema de que necesito unos pantalones pero últimamente estoy poco consumista, poco materialista, poco salgo tampoco como para lucir prendas y prefiero gastarme el dinero en comprarme un libro, por ejemplo, y no es por dármela de intelectual. Me ha dado por ahí y me viene bien. Pero esta mañana tenía tiempo y decidí entrar en una tienda a probarme pantalones. Un poco oxidado me he visto ya en esto del Shopping aunque antes me gustaba, además no había suficiente personal y eso que era una tienda bastante grande. Sólo dos chicas apuradas y el encargado, que como todos sabemos no suelen trabajar sino estar “al tanto de las cosas importantes”. Pues como no había nadie para atender he tenido que coger las prendas averiguando la talla a ojo. El primero me estaba súper pequeño, dura prueba probármelo porque tuve que ver que mis piernas no han engordado todo lo que se le ha echado de pesos encima en el gym, en fin, qué coraje, habrá que seguir currando duro para conseguir volumen. El primero entonces ridículo y ya empezaba a sudar porque los probadores son una sauna, el sitio más incómodo del mundo para probarse nada, tan pequeño y con esos focazos juzgándote mal. Voy por el segundo, joder, demasiado grande. Me miro en el espejo de perfil y no me reconozco porque claro como siempre me miro de frente. Hago todo eso que todo el mundo hace en los probadores a cierta edad, mirarse si hay granos en la cara y las canas que hay en el pelo. Sudo con profusión y ya me siento sucio, cada vez estoy más convencido de que me tengo que comprar ropa nueva para sentirme limpio como insinúan en tanta publicidad. Buff, nueva ropa para sentirse nuevo, refrescante, seductor. Me doy cuenta que aunque evito los anuncios en televisión los pequeños fragmentos que se cuelan calan hondo. Es que son muchos años de comida basura publicitaria para ver las películas que ‘estrenan’ cada tres meses en las cadenas. Salgo a por el tercer pantalón y me doy cuenta que la rebaja prometida es una argucia para vender tallas pequeñas y grandes de una prenda en stock. Joder, cagoenlaputa. Cojo otro modelo, más caro por supuesto y ya siento cómo el gancho del anzuelo comercial se debate por arrastrarme, me lo pongo y no me cierra el botón con lo que parece que estoy gordo cuando soy más bien delgado. Es como si a ojo quisiera verme más chiquitito de lo que soy y es que, claro, el espejo me revela más delgado de lo que pensaba y empiezo a desconfiar de la veracidad del reflejo. Me digo. ‘esto lo tienen trucao para que las chicas piensen que le sientan bien las prendas y no se vean gordas y compren, compren’. En fin, ya sudo con acopio y cuando salgo veo por fin a una dependienta malhumorada devolviendo prendas abandonadas a sus perchas. Le digo ‘es que no doy con la talla, hija’, murmullos como respuesta ¿o era un rugido? Como veo que no hace esfuerzo alguno por ayudarme, me compadezco de ella, cojo los cuatro pantalones que me había probado y le pregunto si los devuelvo a su sitio, comprendo que debo hacerlo por su cara y le digo ‘le he colocao las perchas y todo, eh’ y, por fin, cielo santo, consigo que articule una sonrisa, pero ya es demasiado tarde, se me han quitado las ganas de comprarme nada. Me voy cabizbajo pensando en que otra vez será pero no la juzgo, los que tienen la culpa son los cabrones de explotadores que las hacen trabajar de esa forma en una tienda de 1000 metros cuadrados.
23/11/08
Querido Jack
Aquí ando con la tontuna encima pero puede que sirvan estos ejercicios mentales que hago para generar palabras o propuestas de sentimientos, cuando la noche cae sin duda que me siento como más abatido y eso que no estoy totalmente solo que si no. Estoy acompañado, en la otra habitación hay latidos importantes y yo aquí con esta pesadumbre y practicando la prosa espontánea que tan bien le fue a mi amigo Jack. Bueno, para quien lea esto tengo que decir que amigo-amigo no es, es mi maestro Jack Duluoz Kerouac y lo que tengo con él no es una locura de fabricarme un amigo invisible sino un admiración plena por un escritor que me ha provocado sentimientos, que me ha reconciliado con la literatura como hizo Cortázar y su ´Rayuela’ en su momento. Joder, sí, había terminado tu ´Big Sur’ y me sentía desamparado y pensaba en qué podía leer ahora. Quizá sea el momento de volver a saltar la Rayuela. Me ha dejado conmocionado tu lamento en el lejano Gran Sur, querido Jack, cuando creías que te estabas volviendo loco por los estragos de tantos años siendo un borracho (cada vez que te defines con ese calificativo haces que suene de una forma tierna). Me conmoví por el infierno que tuviste que pasar y por la culpabilidad que sentías al hacérselo pasar mal a quien te acompañaba en la cabaña de Monsantos, Lawrence Ferlinghetty, poeta y propietario de la librería City Lights de San Francisco, de la que hablaré otro día pues la conozco. Estaba con lo de tu enfermedad, padeciste sudores, temblores, delirio, manía persecutoria, rabia, ira, todo mezclado con momentos de lucidez, que eran los peores porque entonces sentías lo que te estaba pasando, veías lo que estabas haciendo. Esa sensación de angustia la retrataste muy bien, tanto que tuve que hacer respiraciones profundas al leerlo y una cancioncilla pegadiza no dejaba de tamborilear en mi cabeza, como diciendo ‘no quiero que te enteres bien de esto porque es tanto sufrimiento y tu dijiste que ibas a seguir un camino de luz y saneamiento’. Pero bueno, no hay nada mejor que leer y sentir y compadecer, que es como sufrir contigo. Me entristece saber que estabas pensando ya tanto en la muerte, a veces deseándola, otras veces temiéndola horrorizado. Me entristece saber que dejaste este mundo a los 47 años, tantos años ha de este momento en que escribo, tu presente de entonces debería ser el mismo presente de ahora… te seguiré escribiendo, no obstante, mi querido Jack.
22/11/08
ADSL
Me pregunto cómo es más fácil que salgan cosas dignas de ser escritas ¿narrando en primera persona o en tercera persona? Vaya, me falta la segunda pero para eso tendría que contarte y no te pongo cara, ni encuentro tu oído. Podría lanzar mensajes al aire, que ya lo recogerás, puede que hayan pasado algunos meses y ahora estés leyendo esto que escribo, ya de una forma importante en mi vida, halagándome con tu visita y dándole a los ojitos de izquierda a derecha. Y ahora sonríes ¡Ay, sí, qué dulce sonrisa! Creo que te sientes afortunado/a de que te enseñe estas locuras secretas que escribo porque te dije que para mí eran importantes, entiéndeme bien, no digo afortunado/a porque crea que valgan mucho ni que valga mucho yo para ti, sino porque es un gesto del valor que le confiero a tu opinión, eres tu quien eres importante y por mucho pudor que tenga quiero ser valiente y desnudarme el alma, que es más difícil que quitarme los calzoncillos. Este gesto delante del espejo me gratifica más, fíjate, porque veo mi reflejo y me gusto pero cuando leo los striptease que hago con las palabras… me da miedo. Seré más exigente pues no me gusto tanto. Puede que sea inseguridad (¿estás loco? No proclames esto a los cuatro vientos, te haces blanco fácil de flechas y lanzas) pero aunque me de corte si has llegado hasta aquí y estás leyendo esto no me importa desnudarme, aunque estés en otra habitación, al otro lado de la línea ADSL… Tu es vosotros, vosotros sois tu y no quiero poner límites y fronteras porque somos un todo. Ya se que lo otro es todo lo que rodea esta carcasa de huesos y músculos, lo sé, pero aquí no. No dejes que haya abismos en esta atmósfera porque esto es energía que fluye y llega a ti, de la que sale de mis manos, se transforma y traslada por ese cable que nos comunica y sale por la pantalla y tus ojos recogen los fotones o como diablos se llame, recorre tus neuronas y te hace sonreír, espero que sí o, por lo menos, que encienda una chispa que te haga sentir o pensar en mi.
21/11/08
Poderoso fuego
Buff, con ganas de sexo salvaje otra vez ¿Pero este chico no es capaz ya de emocionarse con una historia corriente? Digo de las de quedar a tomar un café, charlar y decidir si se viaja lentamente a un tanteo de preludios suaves. Una cosa normal vamos, pero se le pone como la piedra con el morbo, el guerrero de cabeza púrpura babea con los juegos de sudor, saliva y poder. En una demostración de rabiosa virilidad, mostrando con sumisión sus ansias por recibir, cualquier extraño podría despacharse a gusto. Después no es tan receptivo para los gestos fraternales, para los cuentos románticos que se puedan enmarcar en poesías recurrentes. Preferiría caricias en su desnudez a la luz de la vela pero yace boca abajo en la oscuridad, inmovilizado, escuchando rugidos en vez de susurros ¿Y eso le eleva? Le lleva al éxtasis aunque le convierta en un objeto sexual. Aunque no lo vea llegar ofrece su profundidad y recibe con ganas tan tremenda intromisión, sin embargo se muestra más reservado ante los tímidos avances de cualquier otra clase de caricia. Una voz áspera ordena el amor y lo da, cuando es mucho más desconfiado ante los acercamientos diplomáticos de la seducción. Y eso que había jurado volver a esperarlo todo recostado en sábanas de seda, con una copa de vino en la mano pero las esposas, las fustas, las máscaras siguen cautivándole. Qué fuego le provoca. Bueno, le gusta porque es el fuego que parte de dentro, del centro de la tierra, del centro del alma. Es el fuego que apaga continuamente, el que se encrespa con llamas aunque prefiera aguas tranquilas. Habla de relaciones formales y aparece el deseo salvaje como un incendio subiendo por las escaleras de un edificio. Habla de amar a alguien y se enciende su ansia por gozar de su cuerpo, sin poder controlar que aumente en grados la temperatura de la piel. Cree que tiene controladito ese fuego porque le podría perder como cualquier cosa que lleva a los excesos. Un nerviosismo le sacude los cimientos, perlas de sudor le transpiran primero la frente, pero son imperceptibles, y después le sudan los bajos sí, porque el calor descansa allí. Un fuego que tiene más fuerza que cualquier reflejo cerebral y que arrastra todos los filtros que lo depuran, como una obsesión exigente, no deja espacio al puro instinto social, donde median intereses, cánones de belleza, compromisos, esos apagafuegos. La fuente de calor existe muy dentro, pura, está ahí formando vapores, cargando esperanzas, generando movimientos involuntarios como miradas de reojo, solicitud secreta, suspiros disimulados entre la multitud. Se manifiesta en el brillo de sus ojos, eso no lo puede controlar tampoco y genera temas de conversación banales para disimular un poco, incluso se habla del tiempo ¡Qué calor! Se le seca la boca ¡Se le seca la boca cuando más seductor quiere parecer! Tartamudeos como seísmos formándose, aliento humano que sale cuando quieres que salgan flores o imágenes brillantes. Muchos hablan del fuego que les lleva a la locura, a la manía posesiva, del orgullo individual al ‘no podría vivir sin ti’, pero eso es echarle mucha poesía cuando lo que le desvela es el fuego incontrolable que crece de dentro…
20/11/08
Sueños absurdos son
En fin, jejeje, ououououo, sí querido Jack, aquí estamos otra vez con el temita de la creatividad, dándole vueltas a la generación espontánea de las ideas, pues creo que es así como me salen mejor las cosas de dentro. Tú eres un maestro, mi maestro, y como no me puedes contar cómo lo hacías leo sobre ti y veo que rompías moldes, que jugabas con el lenguaje. No se si te costaba escribir, si le dabas muchas vueltas a tus textos. Cuando empecé a escribir limaba mucho, revisaba, revisaba, revisaba, pero ahora quiero escribir simplemente, expresar espontáneamente y lo que salga bien salió y lo que salga como una mierda será una mas de tantas. Esta noche tuve una especie de pesadilla. Otra vez el sueño reiterativo de volver a Madrid y la consabida angustia de buscar alojamiento, que se ha repetido en momentos culminantes de mi vida real. En uno de esos pisos de mala muerte un señor que se parecía a Juan Adriansens (¿Era él? Y si lo era ¿Por qué se mete en mi sueño?) Me hace un test psicotécnico para ver si era un candidato aceptable para alquilarme una habitación cutre a precio desorbitado. Pues bien el tipo con mucha labia me ofrece los resultados, con gráficos y todo hechos por ordenador como si me hubiera aplicado electrodos en el cerebro, y me dice que mi coeficiente intelectual no alcanza la media para que entre a vivir allí ¡Aghhhhhhh!¿Qué no da la media? “Sí, donde no hay no hay”. Y claro me entra la angustia y me digo: ¡Claro, por eso estas dificultades por escribir algo bueno! Me vende la moto de algo que me cuesta aceptar pero yo lo envuelvo lo cojo y me lo llevo a casa. Salgo por las calles de un Madrid que se parece mucho a Sevilla y me siento abatido pero se ve que la luz comienza a colarse por la ventana y me estoy despertando, porque en un alarde de empezar a ser razonable me doy cuenta de que es absurdo hacerle un test de inteligencia a alguien para compartir piso. ¡Ay, Dulouz, Dulouz! Creo que esas tardes que he estado delante del ordenador sintiendo que no florecía la creatividad me han pasado factura hasta meterse en mis sueños, y claro, como también preocupa lo de la vivienda del futuro pues todos a una. ¿Qué tendrán los sueños que hacen absurdísimas mezclas de nuestras preocupaciones? En fin, he vuelto a leer que sufrías por la abstinencia, y que tumbado en la cabaña de la montaña te quejabas, ououououo, y hablabas en francés. He sentido otra vez esa necesidad de consolarte, de acariciarte la espalda, de decirte, como te dijo tu compañía, que no te preocupases viejo aunque me gritases de rabia al verte descubierto en tu delirio…
19/11/08
Todavía con paz social
Otra procesión de manifestantes en el manifestódromo de Sevilla (enfilando la Puerta de Jerez) Esta vez de estudiantes de Informática. Casi no la miro porque es lo mismo de siempre pero me sorprende la educación y el buen civismo con que algunos reparten los folletos reivindicativos. Se nota que ya se va con pies de plomo pero van bien escoltados por un cordón policial que ni la cumbre del G-20. Me quedo enganchado por el sonido, miles de voces a una, me dejo columpiar por ese canto hipnótico de protesta que recuerda también a sonidos del pasado. Y en eso pasa un vagabundo en bicicleta y grita ¡Huelga general ya! Y pienso que es lo único que nos faltaba, pero después creo que no le falta razón, llegarán. Ya muchos políticos temen por la paz social. Si seguimos con esta tendencia de expedientes reguladores, eso que en los medios se le llama ahora ERE, como dándole un nombre aséptico cuando esconde muchas tragedias familiares, la gente se va a hartar y terminará echándose a la calle. Recuerdo las violentas movilizaciones de los astilleros navales de Cádiz de hace una década y cómo los gaditanos se tuvieron que acostumbrar a los efectos de la guerra de guerrillas entre trabajadores y efectivos antidisturbios pertrechados con potentes armas de disuasión civil. ¿Se respira ahora algo de angustia colectiva o es sensación mía? Quiero olvidarme de los nubarrones del futuro y sigo paseando. Esos paseos de lujo que me doy de vez en cuando a la búsqueda de sensaciones y otras cosas de la mañana. Como siempre intentando romper los circuitos rutinarios, esos que me llevan en volandas por las mismas calles si no lo pienso, es como si hubiese una cinta transportadora. Me di cuenta de eso hace tiempo y desde entonces hago el esfuerzo para “romper el camino” e innovar. Bueno, pues innovando ando y así he descubierto calles, zonas, por las que no había pasado nunca. Intento no fijarme en los carteles de ´Se vende' y 'Se alquila? colgados en negocios cerrados y casas vacías. Y también hago el esfuerzo por observar cada detalle, todo esto andando sin pararme, porque ése es el ritmo apropiado de la ciudad, abro bien los ojos para que no se me escape una no vaya a ser que no vuelva a coger por esa calle, callejón o pasadizo que he tomado al azar. Hoy he torcido impulsivamente por una ruta que he desempolvado del pasado, pues desde pequeño no cogía por el arco del postigo ¡Uf, qué recuerdos! Me llegaron olores, sí olores. Cómo es el cerebro que los recuerdos pueden sacar del baúl certeros olores y llevarlos a la nariz. Olor a churros, a incienso, a colonias añejas de día de procesión. Y entonces me veo de pequeño, con mi abriguito y zapatos nuevos, legañoso por haberme levantado temprano para ver a la patrona pero feliz, sin ninguna preocupación por el futuro...
17/11/08
Poderoso mar
Bueno, estimado Kerouac. Quiero escribir hoy sobre tus bellas palabras sobre el mar. Si yo pudiera describirlo así me sentiría feliz. Leía ayer noche cuando armabas una composición llamada ‘Sea’ frente al mar en tu retiro voluntario en las montañas, donde te refugiaste para huir de tí mismo y de la bebida, y donde sufriste el deliriums tremens de su ausencia. Y te situabas para mantener calientes los músculos de tu arte frente al mar amenazador, bajo un acantilado protector, intentando establecer comunicación con su esencia (el mar te decía “Voy y vengo, caigo, estallo y salpico”) Interpretabas en bellísimos sonidos onomatopéyicos el lenguaje poético de las olas (“y las olas llegaban ‘Raro, arremete raro’. ‘Rudo ruu ruge’. ‘Crash’). Veía como lo hacías, te veía en la oscuridad escribiendo y temblando, y yo estaba allí también, desde este presente, deseando pasar la mano por tus hombros para darte un abrazo y calor, para intentar aliviar tu sufrimiento y tus golpes de corazón. Decías que te sentías empequeñecido por el poder del mar y una vez abandonaste tan gigantesco compañero escribiste que “el mar no quiere que yo esté allí, que me comporte como un idiota sentándome en primera fila, el mar tiene su momento de olas, y el hombre el suyo del fuego en el hogar”. A mí también me hechizó y me hipnotizó, también intentaba comunicarme, sentí su fuerza de atracción succionando mis líquidos internos y dejándolos caer, tan poderoso y yo, en vez de conchas o piedras lisas que rebotan, le arrojaba deseos. Antes de partir a San Francisco fui a tocarle los lomos y pensé, ‘éste es el Atlántico, dame suerte’, y antes de volver a España hice lo mismo, ‘éste es el Pacífico, dame suerte’. Los dos fuimos derrotados por el mar, Kerouac, porque nada se le puede pedir, no se puede subestimar su grandísisma altivez, pero tú atrapaste su esencia en unas pocas letras y te habló y te dijo: “Voy y vengo, caigo, estallo y salpico”.
16/11/08
Consuelo
Pues, ejem, vaya. ¿El chico busca consuelo? No, no busca nada. Desea pero no está activo. Es como un deseo mental además, no parte de los bajos, ni de las entrañas, ni del corazón ¿Qué es eso? Es una bomba que riega sí pero ¿Qué contiene? ¿Sentimientos, alma? No, parte de su pasado. Siempre escribiendo sobre lo mismo, sobre las emociones que faltan ¿Y de lo que tiene? Es poco amante de lo material ahora. Entonces, de lo que siente sería más apropiado decir. Pero cae en lo mismo, necesidad y ganas de recibir, joder, siente sobre algo que no hay. ¿Cómo puede doler un diente que ya no está? Sí, porque ese diente estaba en el frontal y le ha dejado mellado, con una sonrisa cohibida. Joder, parece un chaval que patalea mucho porque no es amado.¡Amadme, amadme! Grita sin voz, como si fuera un ser maltratado, y no le preocupa que piensen que pide mucho. No se fija en que hay verdaderas tragedias. Tanto relativizar, tanto pretendido alivio porque no hay males mayores ¿Es eso un consuelo? No lo ha sido. Pero, mi niño, ya sabes que siempre hemos llegado a la conclusión de que no recibe quien no da. Entonces ¿quieres decir que no ha amado?¿Nunca lo ha hecho? Tengo mis dudas, mmm. Lo pintas como un monstruo que no ha querido y deseado, pero sí lo hizo aunque no le salió bien la jugada. Ha sido un tío generoso, lo sigue siendo por muy poco tilín que le haga. Entonces, si se trata de emociones fuertes… ¿Para qué las desea si después le tiemblan las piernas y huye? Será por miedo, ay el dichoso miedo. No es un titán ni un tío valiente pues teme, teme como un condenado a la soga, como un amante posesivo a la pérdida.¿Y qué le vendría bien? Si pide tanto que pida por esa boca. No quiere pedir, no quiere buscar. Quiere un consuelo
15/11/08
Mas allá
En una isla desierta me sentaría en la arena fina de la playa, con una fogatita para menear un espeto de sardina y a cantar mientras espero que pase una estrella fugaz. Sí, cielo en cinemascope. Me pondría a pensar en lo de la vida en otro lugar del universo, que siempre ha sido un tema que me fascina. Nunca he visto un puto ovni, lo más que he divisado en el cielo ha sido una bola de fuego de enormes dimensiones. Supongo que era una estrella fugaz que pasó a poca distancia o un pequeño meteorito armando jaleo con una fanfarria de fuego en la atmósfera. Pero aunque soy escéptico en todo lo que no ven mis ojos éste ha sido un tema que siempre me ha hecho tilín, prefiero creer que pensar que somos el único error de la naturaleza ¿Estaremos solos?¿Habrá otros planetas con vida?¿Si los hay cómo serán sus habitantes?¿Si respiran otra cosa que no sea oxígeno serán verdes o morados? Pues bien, ya no hay duda, el universo sigue creando vida y ningún descerebrado se puede tragar ya que seamos un milagro solitario de Dios. Un equipo de astrónomos ha captado las primeras imágenes de otro sistema solar, tres planetas orbitando alrededor de una estrella que se encuentra a 130 años luz de la tierra. No es que haya vida allí, los planetas son gigantes y gaseosos, pero es la prueba científica, física y fotografiada de una ecuación lógica: planetas que orbitan alrededor de una estrella, embrión de un sistema planetario, años luz de ventaja por delante, en otros rincones que no alcanzan nuestros telescopios habrá otros grados de evolución, quizás en algunos existan ya charcos en los que empezarán a reproducirse seres unicelulares. Más allá hay otros en los que hay seres que han conseguido salir del charco, mas allá otros en los que sus seres han desarrollado piernecitas y mas alla... más allá quizá aquellos hombrecitos blancos con ojos de pez.
Pandilla Utopía
El pensador yacente, en calzoncillos y mirando al armario, a punto de salir o no a la calle. Sabe que le da palo ya ponerse en el punto de mira solo, puesto que es seguro que no encontrará el refugio de la Pandilla Habanilla. Aquel espejismo de grupo se disolvió, para bien o para mal. Para bien porque se interrumpió un camino certero hacia la golfería, para mal porque volvió a sus correrías como individualista. Y ya se sabe, poner el disco en la cabeza para no sentir los propios latidos, obviar aquello que le dice que le tomarán por loco solitario, controlar las apariencias, sentir el frío en los pies, sentir como altísimos los obstáculos para cualquier entrada. Aquello que era antes un reto porque iba de picaflor, de huye compromisos, ya no le sienta bien porque detecta fácilmente el sabor amargo de la soledad. Utópica pandilla, idílica adolescencia perdida, las cervezas entraban como el aire al respirar, ya no. El pensador está en ese umbral en el que muchos se compran un perro o adoptan un joven para sentirse rejuvenecido, en el que se teme cualquier enlace o conexión porque quizás podría convertirse en fundamental, en deseos de correspondencia. Y ya daño no, no desea necesitar a alguien pues ha solidificado su armadura de samurai, ha vuelto a inflar la burbuja de jabón a su alrededor. Tendría que ser una sonrisa, unas caricias, un solícito interés, lo que prendiera el fuego para amar de nuevo. Poca cosa para mirar menos a su entorno y sentir que nadie le despierta, que le ponen los pies en el suelo. Poca cosa pero un precipicio. Pandilla Habanilla, risas entre volutas de humo, hoy el pensador es más capaz de un conversación profunda pero quién quiere algo así bajo una noche alumbrada por faroles, en esa búsqueda frenética del olvido y del alivio de los pesares. Era pasar de una mano a otra sin detenerse, repetir los mismos lugares comunes y conversaciones banales, enarbolar la bandera de la amistad. Era nacer y morir todos los días en los brazos de la Pandilla Habanilla… y entre tanta charla robar una caricia.
13/11/08
¡Joder, otra de yonkies!
Joo, me he comprado un libro que no voy a poder leer, al menos por ahora. Se llama ‘Azul casi transparente’ de Ryu Murakami. Sí me llamó la atención ese título tan bonito y además en la contraportada decía que esta primera novela de un estudiante japonés de 24 años había sido galardonada con un premio importante y que había vendido más de un millón y medio de ejemplares. Bueno, jejeje, también por que en la hipnosis se apuntaba que eran las peripecias de un grupo de adolescentes que viven cerca de una base norteamericana y se deslizan por la vida entre música, drogas y orgías (joder, es como leer para saciar el apetito de las cosas que no frecuento en la vida). Pero comienzo entusiasmado la lectura y me encuentro con otra historia de yonkis y heroína. Y decido posponerlo, ya tuve bastante con ‘Trainspotting’ de Irvine Welsh, que me gustó pero la verdad me producía dentera meterme en ese universo límite drogata, que vuelve a las personas medio zombies y profundamente egoístas. Los de Edimburgo eran una pandilla brutal, con un asco por la vida, decepción y afán de autodestrucción. Sus integrantes, por muy colegas que fuesen, eran capaz de darse puñaladas por la espalda por calmar el mono, ese desagradable martirio que en la novela de Welsh se convierte en un personaje más. En fin, con esfuerzo lo terminé porque era una narrativa interesante y además me parecía que plasmaba muy bien el lenguaje de la calle, las pasiones y odios de una sociedad joven que está enferma por la falta de recursos y posibilidades de futuro (paro, individualismo, falta de valores) Pero lo del rollo yonkie me es muy difícil de tragar y, además, no lo entiendo, no entiendo por qué se metían esos viajes para sentirse como la mierda, para desangrase y perder cualquier aliento de vida e ilusión. También lo intenté hace algunos meses con William Burroughs y su ‘Almuerzo desnudo’ y qué pena, tampoco estaba preparado para esa lectura. La obra es muy dura y flota en el delirio de la heroína también, en un lenguaje que es incomprensible para mi pero que me gustaría descifrar. Me hace pensar en las posibles ópticas del intelectual yonqui que, enfrascado en una caída al vacío o en dejarse llevar por ese vacío sentido dentro, son moduladas por la influencia de sustancias exógenas. La falta de esperanza, la incredulidad, el abandono de uno mismo van haciendo mella en la persona que escribe. Cuando esos procesos se desatan ¿Es posible desandar el camino? ¿Volver a la felicidad de la ignorancia? ¿No era eso lo que buscaba Burroughs en el pozo de las drogas? Malditos elixires que atrapan voluntades y hacen ver universos negros o podridos. Aunque los viajes sean malos viajes queda el conocimiento, la experiencia de lo vivido, pero si sirve de algo ese nihilismo prefiero ahorrármelo. Quiero caer engañado por la ilusión pero buscaré en mi interior, dentro de los cajones recónditos de mis muebles cerebrales la sustancia que me anime. Si es la fórmula química del amor lo que me devuelve la ilusión tanto mejor y no importará que me idiotice por alguien, perder la voluntad o perder el culo por hacer feliz a quien no se lo merezca… Me siento afortunado fuera del alcance de cualquier precipicio, afortunadamente estoy lejos del límite aunque con miedo en el cuerpo de no ver los baches en el camino del juego social. Si he perdido creatividad y me bloqueo no me importa, no quiero ver monstruos, no quiero describirlos, dejaré que esos universos podridos se consuman sin describirlos… Voy a tener que leer bien lo que compro antes de llevármelo a casa, además, porque cuando mi familia vea la biblioteca que tengo, jejeje, aunque claro encuentro placer en llevarme buenas sorpresas, descubrir autores e historias que me enganchen (esto si merece la pena que enganche) y en vivir viajes alucinantes que en la monotonía de la realidad no sería capaz de hacer.
12/11/08
Un ladrón y dos estrellas
Bueno, jejeje, aquí estamos otra vez con el jodido malestar por la cuestión de la injusticia universal. Vaya enorme cabreo que me pillé esta mañana por sentir que nada sale bien cuando no se tiene mayor problema, que no miré con atención siquiera el buen día que hacía por los nubarrones negros de mi cabeza. Ya me levanté gris porque cuesta poner los pies en el suelo para iniciar un día monótono en el que sabes que nada va a cambiar y que no tienes ningún plan interesante, aunque tengas ganas de tirarte en parapente, pero la cosa empeoró cuando puse la televisión y oí hablar de Julián Muñoz y los 350.000 euracos que dicen que va a cobrar de Telecinco por una entrevista. En fin, pobre de mí, soy humano honrado y la rabia se apodera de mí cuando no soy capaz de cometer un delito que me de fama. Pero bueno, me sentía mal fui al gimnasio y se me pasó la mala ostia. Es verdad que el ejercicio es bueno para la mente como dicen por ahí. Esto con lo que respecta a la bitácora personal, que si fuese de un capitán que gobierna un barco pues se diría que no ha habido naufragio y que he pasado una tormenta más y las aguas vuelven a estar tranquilas, pero sigue siendo de noche y no veo una estrella brillante que me guíe. Las constelaciones han desaparecido. Y de qué podía hablar hoy en esta plaza pública…puf. No sé, estoy al tanto de la actualidad pero la verdad que hoy es un día más. Han cogido a dos etarras, eso es una buena noticia. Una niña británica de trece años pide que la dejen morir porque su complicadísima salud no le da esperanzas de vida, eso es de injusticia universal también ¿Una niña de trece años todo el tiempo sufriendo por sobrevivir?¿Por qué? Y luego un contertulio en televisión de mentalidad bastante carca dice con voz grave que la niña no puede decidir sobre su vida y bla, bla, bla. No deberían hablar por ella, en fin. Es, de nuevo, el complicado debate de la eutanasia. ¿Qué más cosas? Ah si, ha caído en mis manos la autobiografía de Neal Cassady, otro de los Alegres Bromistas que sirvió de inspiración a Jack Kerouac para su personaje de Dean Moriarty en la célebre ‘En el camino’, una estrellita que guiará mis anhelos en los próximos días. Cassady era rústico, fuerte, aventurero, un auténtico vaquero del medio Oeste que se movía a velocidad punta conduciendo coche, furgonetas y autobuses. Dicen que era auténtica energía, que se enfrascaba en soliloquios locos y caía en grandes silencios. De su puño y letra narró ‘El primer tercio de su vida’ y poco más tuvo porque murió joven en busca de la ‘Ciudad Límite’. Su leyenda le convirtió en uno de esos personajes que pasarán a la historia por su manera de vivir el presente y que despertó la admiración de los intelectuales de la generación Beat. Con gente como esta realmente avergüenza preocuparse por el futuro.
11/11/08
La pandilla de Keseeeeeeeeeeey
Bueno, bueno. ‘¡Sí, sí! ¡Muy bien, muy bien, muy bien!’. Esta frase que tan bien me suena es la respuesta de Babs a los problemas, integrante de los Ángeles Bromistas, grupo precursor de lo hippie en los años sesenta en EEUU y seguidores del carismático líder Ken Kesey (autor a la sazón de ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’) que tan bien retrata Tom Wolfe en su obra ‘Ponche de ácido lisérgico’. Respuesta que espolea al receptor, dejándole con cara de besugo porque es como decir ‘si, si, lo que tu digas’ o, mejor, es decir sí cuando la cabeza dice ‘no’ o ‘vete a tomar por el culo’. Y todo dicho con una bonita sonrisa, cosa que despeja del ambiente la sensación de que se va a rifar una torta. Ésa es la actitud de buena intención de un bromista, cuya filosofía era vivir el ‘ahora’ por encima de todo, ‘la fantasía del momento’. Con los bromistas se abre el movimiento de la psicodelia, se inicia el movimiento hippie que recoge la herencia de los beats, cuyo exponente literario son Jack Keoruac, Allen Gisberg y William Burroughs. Pero bueno, jejeje, esto ha empezado con datos porque de quien quería escribir era de Ken Kesey y lo quería hacer de una forma impulsiva, que es más acorde con esa forma de ver la vida, ‘la fantasía del momento’, la vida hecha arte, pues Kesey comenzó su carrera literaria con ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, calculó alguna novela más pero el arte, su arte, fue desarrollándose en su manera de vivir y allí se fundió el resto de su carrera. Este líder carismático fue un golfo con mayúsculas pero se convirtió en un santón, un dinamizador de la cultura hippie, arrastró multitudes, fundió su experiencia alucinógena en aras de lo que él creía que era creatividad y el cambio definitivo. Todos estaba con él, le admiraba, le adoraban y tomaban sus palabras como la expresión de un espíritu liberador. Gracias a su contribución se fundaron las ‘Acid Test parties’, que bajo el lema ‘¿Quieres pasar la prueba del ácido?’ reunió a la juventud del área de la Bahía de San Francisco en unas fiestas psicodélicas cuyos ingredientes eran música, drogas, sexo y rock and roll. El transfondo positivo de todo eso era el vivir el presente, el disfrutar minuto a minuto del ahora con ilusión y optimismo, haciendo una broma de la vida. Todo era despejar la mente de preocupaciones, tener un espíritu pacífico, ir de buen rollo, el antibelicismo también, sí, aunque realmente los bromistas pasasen de cualquier militancia activa contra la guerra del Vietnam. Era vivir un viaje de conocimiento interior, buscar los límites en la experiencia psicodélica. Ken Kesey tenía tan buena fama que fue considerado algo así como un mesías aunque, como ya digo, no era realmente un ejemplo a seguir y se dedicase a disfrutar de la vida o a interpretar un papel de rebeldía contra los poderes. Es difícil explicar el poder de atracción que despertaba este personaje pero realmente su mensaje era peligroso y así fue perseguido por el Gobierno de los EEUU, a través del FBI y la policía, cosa que además lo convirtió en fugitivo y mártir de la causa. Dejando aparte que el movimiento se consumió en la paranoia de las drogas y de sus viajes alucinógenos, su filosofía transcendió en generaciones posteriores. Lo que me llega de todo eso son conceptos afines a esa forma de expresión, de arte y cultura, como es la libertad, el amor, la fraternidad, el sexo libre, la paz, la búsqueda de la felicidad en el presente, todo un arco iris de sensaciones y emociones que querría que dominaran mi vida sin tener que pagar tan alto precio, sin drogas, sin autodestrucción, sin caer en la marginalidad. Muchas veces pienso que nos hace falta un gurú, un santón parecido a ese extraño y polémico personaje llamado Ken Keseeeeeeeey. Vivir en comunidad, compartir, darse la mano, bailar, sentirse competente, como un súper héroe, amar al prójimo, poder amar a varias personas a la vez, no dedicarse al sufrimiento y a la preocupación del futuro, no planear, no hipotecarse. Tantas utopías, tantos límites vivimos en la actualidad que cualquier época pasada reluce como el oro.
9/11/08
Contradicción
Esta mañana he descubierto que estoy a la caza de las contradicciones, es una cosa que me parece que me gusta aunque me cueste reconocerlo. Podrán pensar que tener una persona al lado que detecte incoherencias es bastante desestabilizador pero sólo es un ejercicio burlón de crítica social de las terceras personas, a quien está conmigo lo respeto. La contradicción en cuestión de hoy es: un hippie de aspecto bastante cutre se traslada con una bicicleta cutre, todo como muy pobre, pero ahí va el detalle, lleva un aparatejo de esos de telefonía móvil ultramoderno adosado a su orejita roñosa. Algo falla ahí, o es un falso hippie o se lo ha encontrado en un cubo de basura y lo ha reciclado como pendiente. Quizá es que me parece un lujo desorbitado para una persona que va de ese rollo, un rollo en el que los avances tecnológicos y los apegos materiales son algo para poner en cuestión. El centro de atención para un hippie son las fuerzas naturales, los movimientos interiores. Peace, love, sex, drugs y rock and rolls (me quedo con los tres primeros) El karma, el sartori, el kairós de la versión más espiritual y orientalista lo sustituyen hoy en día los Messenger, los ipods, los PDAs, las xBox… A lo mejor es que no se puede ser purista y las cosas evolucionan y esto no va de cabezas cuadradas sino de charcos que se enriquecen con bacterias nuevas o que, quizás, no haya varas de medir sino juncos flexibles. Mi manía de cazar contradicciones es una más en mi deseada filosofía de tolerancia, como lo es que me moleste que el vecino de arriba juegue con los muebles al tetris, que arrastre la silla cada vez que se levanta, que haya puesto jardineras cuando nadie en el edificio las tiene y las riegue con profusión, sin importarle que se te jodan los cristales con agua y tierra, cuando es un pijillo que debe ser postulante de las mejores convenciones sociales y de la buena educación. Pero vamos nadie es coherente, me parece, con lo que predica. Así que no juzgo con severidad al falso hippie, simplemente me hace gracia. A lo mejor es que estos instrumentos ultramodernos ya han penetrado de tal manera que son la única prueba palpable del progreso, los detalles que revelan que estamos en el siglos XXI. También Bin Laden usa ordenadores, teléfonos que esquivan los satélites, allá en una recóndita cueva de Waziristán (territorio del norte de Pakistán que hace frontera con Afganistán, donde todos menos la CIA sabemos que está escondido) Cuando veía aquellas películas ochenteras del futuro del planeta siempre pensaba que el futuro iba a estar plagado de coches voladores, que surcarían por autopistas aéreas, que las ciudades iban a buscar el límite en los cielos, con edificios altísimos, plagados de pantallas y hologramas publicitarios. Pero en la tierra parece que las cosas cambian muy lentamente. Hay barrios y rincones que permanecen congelados en los años cincuenta del siglo veinte por la falta de atención municipal. Otra cosa es que se mantengan barrios y rincones monumentales como esas tres enormes columnas preciosas que he descubierto esta mañana en el barrio de Santa Cruz. Pues si, medio planeta cubierto de lodo, polvo y miseria y en otro punto, inmerso en la vanguardia tecnológica por la celebración de unas elecciones presidenciales, nos destellan con un falso holograma en televisión. ¡Uaooo! La Guerra de las Galaxias. Sí, en los informativos de la CNN que cubrían la histórica victoria de Barack Obama en EEUU el presentador se gira y pide atención para el momento cúlmen de la noche y aparece en escena una periodista que no está presente en el estudio, trasladándose su imagen desde Chicago hasta Nueva York. La tecnología digital más avanzada hace su aparición en televisión y todos pensamos: ¡Oooooh, estamos en el siglo XXI! Y detrás de los hiperavanzados controles de realización está sentado un falso hippie, fijo, que después se irá a casa en bicicleta con un aparatejo en el orejón.
Nota: en la imagen de la CNN el rapero Will.I.am es entrevistado en una imagen tridimensional trasladada desde otro estudio por 35 cámaras digitales y emitidas mediante un programa informático. Pero no es un holograma en sí porque el presentador no puede verlo en el estudio sino mediante una pantalla. Los hologramas, en realidad, son formados por haces de rayos láseres y se tendrían que ver 'in situ'.
8/11/08
Gracias con mis deditos
Bueno, jejeje, otro día más aquí, comenzando a teclear estos botoncitos negros que se corresponden con letras y haciendo frases con golpecitos, aunando ideas con la acción mecánica y el descubrimiento instantáneo, pues es un ejercicio que hago cuando lo veo turbio y no se qué escribir: me pongo a darle con los deditos y dejo que la corriente fluya desde las imágenes de mi cabeza hasta este procesador, para que salgan en el espejo de la pantalla, y le doy a otra teclita para que otro la lea publicada en el blog, deseando que sus ojos les mande una información que les interese y que su voluntad haga que continúe leyendo la letritras que yo he juntado y los temitas que me han salido instantáneamente. ¿Sería bueno escribir una historia redonda? ¿Da para tanto el interés fugaz de un internauta? Porque nos dicen los entendidos que la percepción de un internauta, y más la de un bloguero, es realmente fugaz, que estamos perdiendo la capacidad de profundizar, acostumbrados a leer rápido y muchos contenidos en cada navegación que hacemos. Es como tener en la mesa muchos platos con muchas tapitas, probamos uno y otro, saboreamos muchas cosas pero nunca es como tener sólo un plato hondo de fabada. Bueno, qué complicado es entonces llamar la atención de un bloguero, me digo, sin tener grandes diseños, ni grandes colores, ni grandes fotografías. Sólo con las letritas que juntan mis deditos de mis manitas de mi cabecita, que hace este ejercicio de probar a ver qué sale. Bueno, que son expresión también de mis emociones e ideas, que humildemente salen de dentro para ser compartidas. Pero créanme, léanme, porque éste es un ejercicio sincero de alguien que quiere expresar y que esta maravilla de invento del blog le ha dado un instrumento y me quedo mejor gracias a ustedes. No sería de cuerdo salir a una plaza y ponerse a dar una charla o gritar. Siempre me pregunto si esos locos que insultan a agresores invisibles se quedarán a gusto. Leo otros blogs, prefiero los diarios personales como el mío, y descubro que para muchos es un desahogo, maridos que se desahogan de sus esposas, hombres que se desahogan de las mujeres, mujeres que se deshiniben, gays institucionalizados que se desahogan con plumas virtuales. Hay tantas variables como inquietudes, hacemos de la red esa plaza pública para airear nuestras opiniones menos políticamente correctas. Imagínenselo físicamente, una plaza en la que cada persona está encima de un cajón soltando su película al aire, a quien lo quiera coger al vuelo, como hacen en Inglaterra que para protestar del Gobierno o de la Reina es mejor no pisar suelo británico. Cada persona en cada cajón tiene su corrillo, algunos reúnen a bastante gente. Bueno, pues en mi cajón se paran ya dos o tres, lo sé, y aprovecho estas letritas que juntan mis deditos en golpecitos de las teclas, ordenadas por mi cabecita, para darles las más afectuosas y sinceras gracias. Sois como las confidencias al oído que tanto echo de menos, sois mis héroes con vuestra voluntad de prestarme atención. Además este que está aquí se ha hecho bloguero con todas las consecuencias y correspondo leyendo, si no sería como el que no escucha en una charla cercana. Sin mediar filtros sociales podemos compartir ideas puras, es lo que pasa por nuestra cabeza y como si esto fuera una mesita camilla, con su braserito, estáis ahí leyéndome...sinceramente gracias.
6/11/08
Por mi cara bonita
Ofu, joder, cagoenlaputa, hoy me siento jodido por no haberme conservado guapo. Sí, es difícil de explicar. En algún momento de mi juventud fui considerado guapo y me salían amantes a churros. Me entraban para ligarme, alababan unos rasgos particulares, unos ojos bonitos, una nariz original, una sonrisa magnética. No me faltaban piropos teniendo objetivamente más belleza que la justa. Hubo primaveras de mi juventud en la que me sentí rifado, que me invitaban a copas y fiestas por lo mono que era. Tengo pocas fotos en las que vea reflejada esa belleza y así quisiera que hubieran quedado las cosas, una imagen congelada en el tiempo. Cual retrato de Dorian Gray hubiera hecho el pacto para envejecer en el lienzo. Han pasado algunos años y los rasgos se han endurecido, algunas experiencias y algunos disgustillos habrán contribuido, pero es el peso de los años, lo sé, los que me han cambiado. Se me ha puesto cara de cabrón, joder, y por mucho que quiera asimilar la teoría de que hay que saber envejecer sólo en la práctica estoy viendo que pesa ser coherente con ese principio. Me dirán que la belleza es subjetiva, todavía hay quien me ve guapo y quien diga que estoy ganando con los años como el buen vino, que da morbo la cara de malote que se me está poniendo pero no me convence, tengo que ser sincero aunque pierda puntos, porque se cuánto se gana hoy en día por una cara bonita. Se gana mucho. Tal es la fuerza de la guapura que abre puertas. Las abre socialmente, laboralmente, con las mujeres, con los hombres (incluso los heterosexuales saben ya apreciar la belleza masculina), que me digan que no influye en nada que no me convencen. He pasado a engrosar el universo de los atractivos y morbosos, ese amplio catálogo que ayuda sólo un poco porque somos muchos y sólo apreciados subjetivamente. Da coraje que no ponga en la balanza otras buenas cualidades pero es que la imagen pesa tanto, años de publicidad y de iconos llevamos consumiendo como para que no nos importe, lo digo aunque me acusen de frívolo. Recuerdo, sin embargo, a guapos ilustres que les ha pesado serlo. El vivo ejemplo fue Marlon Brando, el rostro impenetrable, que se sintió orgulloso de que le rompieran la nariz, cosa que creía que le afeaba y que no paró hasta convertirse en el gordo irreconocible que terminó siendo para renegar de su san benito, aislado en la paranoia de que su belleza le restaba admiración por su talento, aún así siguió siendo bello. Pero ¡un momento! me doy cuenta que es el paso de los años sí lo que me ha restado admiradores. Me doy cuenta de que ligamos la belleza a la juventud, me doy cuenta de que todo este lío lo ha formado un gilipollas que me llamó viejo en un chat cuando sólo he pasado de los treinta ¿Por qué he dejado que me afecte si había jurado que me la sudaba? Pobre diablo, pequeñín ignorante, hiciste de altavoz de una sociedad que no es racional, no sabes que ese desgaste te llegará, si o si, invariablemente. Reconozco que el calificativo me afectó y una vez superado el trance me siento mejor. Me miro en un espejo y veo un hombre atractivo que empieza a madurar, me acaricio el cuerpo recio y me siento potente, le guiño un ojo a mi imagen reflejada. Éstas son mis cicatrices, éstos son los años que me han dado conocimiento ¡Soy licenciado coño y cojo un libro complicado y lo entiendo!
5/11/08
Por ahora, sólo Oblabla
Hoy me he sentado al ordenador dolorido porque me machaqué en el gimnasio de nuevo. Coño, tenía que tener ya el cuerpo de Schwarzenegger pero nada. Cagoentoloquesemenea, seguiré currándomelo y rompiéndome las fibras de los bíceps. Y tengo que escribir por cojones de Barack Obama, uff, con todo lo que se ha escrito y dicho, qué queda por aportar desde mis humildes neuronas y dedos que teclean este teclado. Pues algo podré decir, no voy a ser el único que se queda callado ahora. Ésta no es nuestra victoria pero alegra porque hemos acertado la porra universal y todo lo que sea cambio para mejorar es bienvenido. Lo único que deseo es que no se quede en OBlabla…bla, bla, bla. Porque retórica le ha echado el muchacho (perdón, señor presidente), hasta ha copieteado a Martin Luther King (I have a dream) con su tono mesiánico y su ya famoso ‘Yes, we can’. Su puesta en escena ha sido fabulosa, parece un presidente de película. Y bla, bla, bla, Obama ya formas parte de la Historia y del sistema. Ahora te dejarán, te dejamos si nos incube en algo, que intentes capear el temporal, te daremos tu tiempo de gracia pero, por favor, no defraudes a esas viejecitas de un siglo que dices que hicieron colas de horas para votarte, que puedan más ellas que los cientos de millones de dólares que los poderosos han puesto en tu camino hacia la Casa Blanca. Espero que la vida de todos mejore, en lo que nos toca, aunque me hago el duro tengo que reconocer que algo me ha tocado y me ha hecho ilusión que gane pero Oblabla, bla, bla las cosas tienen que cambiar. Una buena señal es que se haya superado la sensación de pucherazo que todos teníamos de las elecciones. Los jueces conservadores del Tribunal Supremo le dieron la victoria a George W. Bush frente a Al Gore en la primera legislatura, y en la segunda se la dieron las máquinas y papeletas amañadas frente a Kerry. Esta vez el establishment ya había apostado por él frente al fiasco del 'peor presidente de la historia de EEUU' y han dejado hablar al pueblo norteamericano. Es verdad que esta elección acaba con siglos de discriminación racial, como vosotros podéis (Yes, we can) hacedlo de verdad. Hablad con los musulmanes moderados y resolved las diferencias (Yes, you can) Atiende a los pobres y ofréceles salud y vivienda (Yes, you can). Luchad contra la avaricia y la codicia de los inversores, invertid en capital humano y empleo (Yes, you, can) Producid arte, cultura, diplomacia y no armamento (Yes, you can) Hablad con Zapatero y ofrecedle una silla (Yes, you can). Volved a los sillones de la ONU y decidid en compañía (Yes, you can) Ofreced el dinero que le dábais a los banqueros a investigadores y científicos y luchad contra el cáncer y el Sida (Yes, you can). Cerrad Guantánamo y todas las cárceles clandestinas y abolir las torturas (Yes, you can)…Así y un largo etcétera de ‘youcan’. En definitiva, Obama, que no te quedes en Oblabla, bla, bla.
4/11/08
Pies fríos y cabeza embotá
Hay días que tengo la cabeza ‘embotá’, será de dormir porque salir no salgo ni tomo nada. Soy un tío que se cuida, reformado de cualquier clase de adicción, pongo mucho cuidado en no caer en vicios porque era propenso…pero no sigo por estos derroteros de hablar de mis cosas que se revuelven como las tripas que suenan porque no quiero diseccionarme. Debe ser la afición que he cogido a los CSI televisivos, esas tramas que se desarrollan frente a un cadáver abierto sobre la mesa del especialista forense. Supongo que debe ser bueno contra la delincuencia hacernos creer que la criminalística está tan avanzada, con esas recreaciones virtuales y artificiales de los asesinatos y el inspector de turno al que no se le pasa nada. Pues prometí que me sacaría de la mesa forense y del análisis de mis tripas, del diván del psicólogo como de cualquier mesa. No pretendo aburrir a nadie. Sólo sería interesante para mi analizar lo que se siente en otros divanes, en la cama mismo pero mirando hacia el otro porque lo mío me aburre ya y lo otro me hace chispita, es un mundo tan desconocido, es el horizonte Marte. En lo que dure el invierno y sienta frío en los pies seguiré expresando ese deseo de encontrar la intimidad. Suena a salvación. Leyendo blogs encuentro uno de un señor casado que habla de las cosas de la convivencia ‘que no le contaría a su mujer’ y son esos roces cotidianos pero escritos de una forma tierna y divertida que dejan entrever en el fondo que hay amor. Hay en sus palabras una fuerza intrínseca de querer comprender, de salvar los obstáculos con filosofía porque te ayuda el poder de un sentimiento profundo. Le deseo que mantenga esa devoción porque los matrimonios estables son una cosa que ya…puf, como los trabajos. Antiguamente duraban cuarenta años pero ya es eso, decir antiguamente y acostumbrarse a los puentes levadizos que se menean, a los cambios adaptativos, nada es eterno pero cada vez menos. Aún así cuando uno está soltero y va adquiriendo una cierta edad se va perdiendo orgullo de autosuficiencia y se gime más por el deseo de que nos aguanten estoicamente como fieles compañeros. Es el mito del esclavo o la esclava que nos siga fielmente, siempre con disposición a curarnos las heridas, a aguantar nuestros malhumores y nuestras bromas pesadas, nuestros genios y caprichos, pero cada vez hay menos. Cada vez se prostituyen más los sentimientos y a la vez se blinda más la desconfianza y es más difícil encontrar aliados. ‘En una crisis tan profunda abundan los parásitos’, creo leer en muchas aptitudes, en muchos miedos arraigados ¿Cuándo volveremos a la brillante inocencia de la chispa emocional?
2/11/08
El poder del color y la Refundación
¡Uaaaaaaaaaaaaaooooooo! Terminó el mundial de automovilismo con una emocionantísima carrera del GP de Brasil en la que Alonso quedó en segundo lugar, Massa ganó la carrera y Hamilton el campeonato en la última curva, estando a punto de reeditar el ¡Sanganchao, sanganchao! (famosa frase del locutor de televisión) del año pasado cuando lo perdió en el último momento metiendo el coche en gravilla. Hamilton adelantó milagrosamente a Vettel alcanzando el quinto puesto que le bastaba, y mis aplausos y emociones cesaron pues quería que este jovencito insolente perdiera la contienda, ya que quería venganza por las zancadillas que le propinó a Alonso cuando estaba en el equipo Mclaren. En fin, el chico brillante ‘café con leche’ se convierte en el campeón más joven (21 años) de la Fórmula Uno ¿Cómo diablos? Cuando perdió los dientes de leche ya debía estar manejando un coche con motor, cada vez son más precoces estos héroes.
Otro héroe de color está a punto de entrar en el Olimpo de los poderosos. Barack Obama se enfrenta al éxtasis de la victoria en tan sólo cuarenta y ocho horas. Y aunque en su propio país la raza le acusa de no ser “lo suficientemente negro” va a escribir un hito en la historia. Aunque parezca increíble será el primer hombre de color que se convierta en presidente de los EEUU, en los albores del siglo XXI. No tiene parangón la corriente de ilusión planetaria que ha despertado el candidato demócrata ni tampoco lo tiene la inmensa hazaña a la que se tendrá que enfrentar, pues todos los analistas apuntan que deberá refundar un imperio para devolverle la credibilidad y el liderazgo perdido. A Obama lo juzgo con precaución, como hago con todos los productos que recogen tantas abalanzas (Sí, Obama se ha convertido en un producto, lo supe desde que vi su cara en una camiseta en el barrio de Santa Cruz) Me imagino que habrá tenido que trampear mucho para llegar a donde está, no sólo esquivar zancadillas sino ponerlas pero ahí está, en el jodido momento de parecer el ángel que viene a salvarnos. La portada de El País lo señala en un titular a cuatro columnas que dice ‘Quiero cambiar el mundo’, según palabras del elegido, y me da un repelús de miedo las connotaciones que esto puede tener. Pero vamos, parece que no lo puede hacer peor que ‘el peor presidente de la historia de los EEUU’, George W. Bush. Infame personaje que pasará también a la historia, con los bolsillos llenos eso sí, como el diablo que ha causado el mayor descrédito y desgaste al concepto de democracia y moralidad, que legalizó las torturas y que llevó al país más poderoso del mundo a la bancarrota. Los norteamericanos no lo saben pero las piedras con el nombre de héroes sobre las lápidas de los soldados no tienen sentido. Y no sólo les jodió a ellos sino a todos pues con su ambición hizo añicos el orden mundial que se fraguó tras la segunda Guerra del siglo pasado. Muchos desafíos se nos presenta en el camino, entre ellos que España parece que se enfrenta a una recesión económica de larga duración pero como todo está ligado en este mundo globalizado esperemos que Obama y su pizca de ilusión verdaderamente se conviertan en el principio de la Refundación.
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